EN SU HOMENAJE SE CELEBRA CADA 8 DE NOVIEMBRE EL DÍA NACIONAL DE LOS AFROARGENTINOS

María Remedios del Valle, la primera capitana del ejército de Manuel Belgrano

Las raíces afroargentinas forman parte de nuestra historia y presente. Es por eso que el objetivo principal del 8 de noviembre es reconocer el componente afro en la cultura nacional, a través de estrategias para impulsar la participación de los afrodescendientes y africanos en todos los aspectos de la vida sociocultural.
Carlos Lamadrid, secretario de la Asociación de Afroargentinos Misibamba -entidad que nuclea a afroargentinos del tronco colonial-, considera muy importante conmemorar este día “porque es reconocer dentro de la historia argentina, un día especial dedicado a aquellos que trajeron esclavizados, y sin embargo, se identificaron con este país y lucharon por su independencia”.

La única mujer al frente de la batalla

“Madre de la Patria” es el apodo que le valió el coraje y la entrega absoluta de María Remedios del Valle, una afrodescendiente nacida en Buenos Aires entre 1766 y 1767, que participó activamente en la Guerra de la Independencia Argentina.
Formaba parte las “Las Niñas de Ayohúma”, un grupo de mujeres que acompañaba al ejército y colaboraba en diversas tareas; entre ellas se encontraba María Remedios del Valle, la única mujer a quien el general Manuel Belgrano le permitía permanecer en el frente de batalla. Perdió a su marido y a sus dos hijos en combate y en los diferentes combates recibió incontables heridas en su cuerpo.

Venta ambulante

Una vez terminada la guerra y ya anciana, regresó a la ciudad de Buenos Aires donde se encontró con la indigencia. Vivía en un rancho en la zona de quintas en las afueras de la ciudad, y frecuentaba los atrios de las iglesias de San Francisco, Santo Domingo y San Ignacio, así como la Plaza de la Victoria (hoy Plaza de Mayo) ofreciendo pasteles y tortas fritas, o mendigando, lo que junto a las sobras que recibía de los conventos, le permitía sobrevivir.

Sumergida en la pobreza

Su suerte cambió a mediados de la década de 1820, cuando el general Juan José Viamonte la reconoció pidiendo limosna en las calles de la Ciudad de Buenos Aires, ya hundida en una extrema pobreza. Una vez elegido diputado, solicitó ante la Sala de Representantes que se le otorgase a María Remedios una pensión por los servicios prestados a la patria: le reconocieron un sueldo correspondiente al grado de Capitán de Infantería, así como también redactaron su biografía y erigieron un monumento en su honor.

Sargento mayor

Más tarde fue ascendida a sargenta mayor de caballería y a comienzos de 1830, fue incluida en la Plana Mayor del Cuerpo de Inválidos con el sueldo íntegro de su clase. El entonces gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, fue quien decretó su jerarquía de sargento mayor. Le aumentó su pensión de 30 pesos, y en gratitud hacia quien la sacó de la miseria, cambió su nombre a Remedios Rosas.
Murió el 8 de noviembre de 1847 sin haber recibido en vida el reconocimiento por su colaboración en la Guerra de la Independencia argentina.

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