“NOS REINVENTAMOS UNA Y OTRA VEZ”, REMARCÓ

Ricardo Sastre traspasó el mando y ratificó su compromiso ciudadano

El vicegobernador electo de Chubut, Ricardo Sastre, le tomó juramento de práctica al intendente electo de Puerto Madryn, Gustavo Sastre, en el marco de un concurrido acto en el que trazó un recorrido por sus ocho años de gestión al frente del Departamento Ejecutivo Municipal, y ratificó la postura de “no claudicar ante algunos vientos arremolinados como los que han sacudido nuestra gran alma de ciudad”.
Asimismo, el funcionario, que presidirá la Legislatura Provincial a partir de este lunes, agradeció “a todos los que de una manera u otra estuvieron al lado” y también “a quienes estuvieron en la vereda de enfrente con otras ideologías; las que son distintas pero que al final se unen en un solo punto que ocupa el centro de la escena: el bienestar de nuestra gente”.
“Me toca hoy estar aquí con una mezcla de emociones, en este lugar que voy a dejar y con el que siempre soñé con ocupar; entendí que era un lugar donde nunca me iba a sentir solo”, expresó.

Sentimientos encontrados

Sastre fue contundente en sus palabras, que inicialmente parecían una segunda despedida de la gestión, pero que terminaron por ratificar la impronta del denominado “sastrismo”, un espacio político que creció de manera vertiginosa durante los últimos ocho años y que, por estos días, permitió la continuidad del modelo de gobierno.
“Me nació desde lo sentimental. Desde lo que ha creado en mí todos estos años de relación con ustedes, mi gente, mi pueblo. Y también desde lo que va a venir. Me toca hoy estar aquí con una mezcla de emociones. De todos lados brotan sentimientos encontrados. Me toca hoy estar aquí en este lugar que voy a dejar y con el que siempre soñé con ocupar. Y lo soñé porque entendí que era un lugar donde jamás me iba a sentir solo. Donde nunca podría claudicar”, admitió Ricardo Sastre.

Años vertiginosos

En el mismo sentido, sostuvo que “siempre tuvimos la fuerza y la seguridad que íbamos a lograrlo. A conquistar los territorios del crecimiento, de la igualdad, de la inclusión. Y hacia allí fuimos. No resignando nunca esos ideales sino poniendo la garra y el corazón necesarios. Y a veces más”, sumando a ello que “los años han pasado como una ráfaga, vertiginosos. Pero no han pasado en silencio. Juntos, avanzamos hacia una ciudad de la que siempre cuidamos su paz interior, aún con algunos vientos arremolinados que sacudieron nuestra gran alma de ciudad”.

“Le peleamos a la droga”

También, Sastre recordó la lucha contra el narcotráfico desde el ámbito municipal y con las herramientas disponibles para contener a los más jóvenes: “Le peleamos a la droga. Y a la exclusión. Atravesamos las crisis. Cuidamos la paz. Pusimos el alma, el pecho, los ojos, los oídos, las manos. Nos reinventamos una y otra vez. Todas las que hicieron falta. Ningún político que ocupe un cargo semejante puede decir que está conforme cuando le toque dejarlo. Pero si puede estar tranquilo con su conciencia. Será en mi caso, esa historia la que me juzgue”, planteó.

“Nunca claudiqué”

También, señaló Sastre que “mi profundo agradecimiento a todos los que de una manera u otra estuvieron al lado. También a quienes estuvieron en la vereda de enfrente con otras ideologías. Las que son distintas pero que al final se unen en un solo punto que ocupa el centro de la escena: el bienestar de nuestra gente. Dejo este lugar donde nunca me sentí solo. Donde nunca claudiqué. Con el que siempre soñé”.
Y concluyó mencionando que “un proverbio chino dice: ‘ayuda a cruzar el bote de tu hermano y el tuyo llegará a la otra orilla’. Dejo este lugar, pero les digo con una enorme emoción que este lugar lo dejará solo mi cuerpo. Porque no lo dejará mi sangre: Toda la suerte Gustavo. Desde ahora, intendente. Por siempre hermano”.

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