EL SEDENTARISMO Y ALIMENTOS RICOS EN GRASAS SON FACTORES DE MAYOR INCIDENCIA

Advierten alto porcentaje de niños con sobrepeso en Puerto Madryn

La antropóloga e investigadora del CCT Conicet-Cenpat, Silvia Dahinten, se refirió a los distintos estudios y relevamientos de grupos poblacionales que, junto a otras instituciones, realiza el equipo multidisciplinario que integra.
Los estudios están destinados a constatar indicadores de peso en distintos grupos de personas, que generalmente son extensivos a niños escolarizados entre los 6 y los 14 años, de los cuales una gran parte, según explicó, presenta problemas de sobrepeso, encuadrado dentro de la “malnutrición”.
La antropóloga fue una de las oradoras durante la presentación del plan Argentina contra el Hambre en su versión local, que implica la creación de un Consejo Municipal de Lucha contra el Hambre; proyecto que ya fue ingresado al Concejo Deliberante y que podría convertirse en Ordenanza en la primera Sesión Ordinaria de febrero.

Dos décadas relevadas

Al respecto, Dahinten mencionó que “venimos desarrollando investigaciones macro a nivel de antropología biológica, sobre crecimiento y estado nutricional de diferentes grupos poblacionales de Chubut” y describió que “trabajamos en ámbitos rurales de distintas regiones ecogeográficas, y desde el 2000 con población infanto-juvenil de Puerto Madryn”.
Asimismo, explicó que “nosotros hacemos las devoluciones correspondientes al área de Educación, porque trabajamos con individuos escolarizados, es decir, chicos en general de 6 a 14 años, y ahí establecemos los indicadores nutricionales”.

Madryn, con sobrepeso

Ejemplos de esto último son “desnutrición crónica, exceso de peso, o sea sobrepeso y obesidad, que es lo que más está afectando a las poblaciones de Puerto Madryn” y remarcó que “hoy en día, se habla de ‘malnutrición’ entendiendo la desnutrición, es decir chicos que no crecen o crecen ‘por defecto’, sobre todo en la desnutrición crónica que es la baja talla para la edad; y también se considera como malnutrición lo que nosotros llamamos el ‘exceso de peso’; vale decir, el sobrepeso y la obesidad”.

La obesidad, una epidemia

Dahinten fue contundente: “La epidemia de obesidad, a nivel global no es monofactorial sino multifactorial, y deviene básicamente de un problema adaptativo de la población humana, que es un cambio radical en el estilo de vida. No solamente en cuanto a la alimentación, que en este momento se caracteriza por alimentos con exceso de grasa e hidratos de carbono refinados, sino también un estilo de vida muy sedentario. El ocio de los chicos y de los grandes es sedentario. Ahora, los chicos están muy adaptados al juego con pantalla y nosotros, los adultos, también estamos con muy poca actividad física; automóviles, medios de comunicación, el transporte público, etcétera, y los alimentos con exceso de hidratos de carbono y grasas arman un ‘combo’, entre otros”, precisó.

La cultura del sedentarismo

Consultada sobre la evidente presencia de una influencia cultural que puede llegar a determinar hábitos de vida insalubres, la investigadora apuntó a “todo lo que es la cultura occidental” y remarcó “el proceso llamado ‘globalización’, donde valga la renundancia, se generalizó la dieta tan rica en hidratos de carbono y grasas; se va dejando la alimentación tradicional, que en general es muy diversa, y vamos hacia allí”.
Sobre la iniciativa para la creación del Consejo Municipal de Lucha contra el Hambre, Dahinten la calificó de “excelente” y describió que “nosotros podemos aportar los resultados que hemos tenido a nivel macro; pero acá tienen que intervenir otros especialistas, nosotros somos un equipo multidisciplinario de antropólogos” y enfatizó que “no somos médicos, pero sí, probablemente, los resultados que generamos pueden ayudar”.

Acceso a los alimentos saludables

“De hecho”, continuó la antropóloga, “trabajamos mucho en combinación con la parte de Educación, sobre todo de Madryn que es donde desarrollamos los trabajos”.
Acceder a alimentos saludables y de calidad suele ser, en muchas ocasiones, más oneroso que adquirir aquellos de mayor contenido calórico.
En esta línea, Dahinten reconoció que “nosotros no somos particularmente especialistas en nutrición o economía; estamos viendo, tal vez, el resultado de toda la diversa carestía de los alimentos en el crecimiento del grupo de población en el que trabajamos” y, consultada sobre la importancia de políticas públicas destinadas a mejorar el acceso a este segmento, puntualizó que “la educación es fundamental; sobre todo en la Patagonia, los alimentos son lamentablemente caros; Madryn no produce alimentos, sí el Valle Inferior del Río Chubut y el valle de Sarmiento, pero la producción es estacional; entonces, tenemos el problema de que casi todos los alimentos, durante ocho o nueve meses del año, hay que traerlos de otro lado, y eso se encarece”.

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