La complejidad de la crisis financiera del sector público de Chubut y el modo de gestionarla que lleva adelante el gobernador Mariano Arcioni, está dejando a la ciudadanía a merced de situaciones de riesgo inminente -según los entendidos- en temas tan complejos y delicados como la “defensa civil”.
En medio de uno de los veranos más ardientes en la zona, y donde en los últimos doce meses veinticuatro países de América emitieron alertas por olas de calor por fuera de lo recomendado, fenómeno que se soportará como mínimo hasta marzo, la provincia complejiza la escasa contención de incendios que la ha caracterizado los últimos años.
Ayer, la seccional Esquel de ATE comunicó formalmente a la Secretaría de Trabajo que los trabajadores dependientes del Servicio Provincial del Manejo del Fuego pertenecientes a la jurisdicción de Esquel continuarán con paro, retención de servicios y movilización por falta de pago y de algún tipo de gestión que garantice el cumplimiento salarial. La medida de fuerza ya se encontraba vigente y concluía ayer. De hecho se levantó una fuerte polémica por el incendio que hubo el lunes en una vivienda que se extendió al Cerro La Cruz, y en el que solo un grupo reducido de brigadistas intervinieron producto de esta situación de desgobierno.
Los ejes del reclamo continúan siendo el atraso en el pago de los salarios, el pago escalonado y montos acordados en paritarias que se adeudan desde el año pasado. Con este anuncio, el paro continuará hasta el lunes 27 de enero inclusive, pero de no haber respuestas del Gobierno que convenzan al sector podría continuar extendiéndose. Justamente en un momento donde la planificación para la prevención y ataque inmediato del fuego debiera ser una prioridad pública.

Bomberos no ayudarán fuera de jurisdicciones

A la par, la Federación de Bomberos Voluntarios de la provincia, también oficializó esta semana que continuará vigente la medida de restricción de los servicios fuera de los ejidos municipales que le correspondiera a cada cuartel, debido, principalmente, a la falta de respuestas por pagos adeudados del Gobierno Provincial. La determinación se comunicó a través de un escrito que recordó: «ante la falta de respuesta perpetuada en el tiempo por parte del Gobierno de la Provincia del Chubut en saldar los subsidios de los años 2018 y 2019, el incumplimiento en lo establecido por la Ley provincial de Bomberos, como así también la denegación de los correspondientes reintegros económicos a las Asociaciones de Chubut en trabajos realizados fuera de sus respectivas jurisdicciones; continúa la vigencia en la restricción de los servicios fuera de los ejidos municipales que le correspondiera a cada cuartel”. La medida ya había sido tomada en el pasado mes de Agosto y tenía el acompañamiento de las Asociaciones de Bomberos Voluntarios de Esquel, Trevelin, Trelew, Rawson, Pto. Madryn, Epuyén, El Hoyo, Lago Puelo, Camarones, Gaiman, Dolavon, Pto. Pirámides, Dique Ameghino, Paso de Indios, Maitén, Río Pico, Cushamen, Gdor. Costa, Río Senguer y A. Viglione.
En el acta firmada en aquella reunión se había determinado la restrictiva prestación del servicio fuera de las jurisdicciones establecidas, “atendiendo fuera de las mismas solo aquellas en que se encuentren en riesgo la seguridad o las vidas de las personas”. Estas medidas de hecho, fueron aplicadas en los incendios ocurridos en cercanías a la localidad de Camarones y en sector de las Salinas en Península de Valdés que se dieron en lo que va del año, donde ante la solicitud de apoyo con recursos materiales y humanos para combatir dichos incendios, no existió movilización de los cuarteles convocados.

Voluntarios, pero no gratuitos

El titular de la Federación de Bomberos de Chubut, Gastón Alcucero ya advirtió que están a la espera que la Legislatura se dé tratamiento a una ley que les permitiría ser más previsibles en el funcionamiento, y de alguna manera terminar con la discrecionalidad de los fondos que les corresponde.
En concreto, detalló públicamente respecto de lo que Provincia les adeuda, que “si tomamos en cuenta lo que es el año 2018, 2019 y 2020 son cien mil pesos por cada una de las instituciones que están nucleadas en la Federación. Somos 27, estamos hablando de 2.700.000 por año con estos subsidios que son por demás magros, y que realmente no alcanzan ni siquiera para cubrir los gastos corrientes”.

Sin plata y sin gestión política

El máximo reclamo tal vez de brigadistas y bomberos, además de los incumplimientos financieros, es la falta de diálogo y contención. Para un importante número de observadores que ven con preocupación la situación de riesgo en que se está entrando a nivel territorial, consideran que muchos de estos conflictos podrían ser perfectamente contenidos con gestión política y algo de predecibilidad administrativa.
Desde el trágico fallecimiento del último titular del área en diciembre pasado, no hay nadie oficialmente designado en Defensa Civil. Para los trabajadores que ponen día a día en riesgo sus propias vidas (y que además se incumple el pago de salarios), es fundamental contar con personal idóneo y de carrera, planificando estrategias de prevención y en todo caso, de acción. Para los trabajadores del fuego, se arrastra en Chubut un triste récord de ir por el sexto director de Defensa Civil. Hace escasos días estaría a cargo del área José Mazzei, una persona contratada por el ministro Federico Massoni que no es de la provincia ni conocería el territorio y cuya idoneidad en estos temas estaría en cuestionamiento. Además si bien habría incursionado en algunas gestiones los últimos días, tampoco estaría oficialmente designado como para abordar estas ni otras problemáticas.

Había un plan

Además de las permanentes intervenciones en zonas agrestes de todo el territorio por extrema pérdida de humedad de campos debido a la extremidad climática de verano, vale recordar que Chubut ya perdió en 2015 durante el gobierno de otro comodorense, 41 mil hectáreas de bosques nativos, entre la desidia política, la especulación inmobiliaria y la acción irresponsable del hombre en zonas boscosas. El año pasado en el mes de febrero, Chubut volvió a perder casi 2 mil hectáreas de zonas irrecuperables en la cordillera y logró contener el foco ígneo sólo merced a la colaboración nacional e internacional. Antes de entrar a 2020, la experiencia de los trabajadores de campo en cuestiones ígneas les llevó a adelantarse a los hechos y a la política. Un día antes que se conociera el trágico fallecimiento del titular de Defensa Civil, la Secretaría de Bosques de la Provincia, a cargo de Rodrigo Roveta, y el propio director Randall Thomas, presentaron en diciembre pasado ante los municipios de la cordillera el denominado “Plan de coordinación interinstitucional para la lucha contra incendios forestales”, sobre todo para evitar incertidumbres operativas y actuar sobre prevención de un flagelo casi anual. Este Plan establecía el modo en que se debe articular el trabajo cuando se producen incendios forestales que requieren de la colaboración interinstitucional. Allí se detallaron las responsabilidades institucionales, y los mecanismos para la solicitud de medios aéreos, de maquinaria vial, y de apoyo logístico y de brigadas. Por ahora, que siga funcionando una parte de todo estaría atado al cumplimiento económico y la gestión política pendiente.