¿El fin de la grieta?
Por Trivia Demir
Va cerrando la semana y el gobernador Mariano Arcioni seguía sus gestiones en Buenos Aires sin conocerse mucho dato más de cómo avanzará los próximos días. Sin embargo, aunque haya patinado por ahora la sesión extraordinaria provincial en la que pretendía consolidar proyectos para ir modificando el déficit fiscal, siempre a ´su manera´, y que en el Congreso no todo salió como lo esperaba dada las urgencias ´especiales´ de Chubut, había cierta expectativa que, aunque sea por el arrastre de la oposición, como se dice en la jerga ir encontrándole el agujero al mate´. Con todo esto, si es que hay paulatinas medidas para ir acomodando el carro de las provincias, es para analizar que la urgencia mayor para el gobernador Arcioni sea calmar las aguas con su vice y el Legislativo, habida cuenta que todo lo que viene dependerá de la Legislatura Provincial.
Es que aunque en lo formal las renegociaciones de deuda externa no fueron sumadas como pretendían en principio las provincias a la “Ley Guzmán” que fue aprobada este miércoles, el Gobierno nacional aceptó dar un aval para que todas las provincias también puedan renegociar las suyas con Nación y tomar créditos externos, pegadas a la administración central. Esto lo expusieron quienes accedieron a las negociaciones de mesa chica por lo cual la oposición acompañó sin titubear en un 99% y le permitió sacar el proyecto al oficialismo.
Para eso, los opositores lograron imponer a la Casa Rosada la creación por resolución del Congreso de una mesa de trabajo integrada por legisladores, gobernadores y funcionarios nacionales.
Dicha mesa de trabajo tendrá como objetivo «propender a la sostenibilidad de la deuda pública provincial, facilitando en particular el acceso de las jurisdicciones locales a mejores condiciones financieras y al endeudamiento con organismos internacionales de crédito y con programas nacionales». En otras palabras, con esta resolución, el Gobierno nacional discutirá en ese foro los dos planteos que habían hecho llegar los gobernadores opositores: autorización para tomar créditos de Bancos y colocar letras o títulos; y ser incluidos cuando Guzmán salga a los mercados para beneficiarse con sus tasas, siempre menores a las que pueda conseguir cada Provincia.
Además, el Gobierno Nacional no cedió ante las urgencias de gobernadores propios como Kicillof o Arcioni, y utilizó esta situación de la deuda interna para empezar a acercar voluntades de la oposición ante las necesidades de los bastiones provinciales que mantuvo Cambiemos.
Massa, el puente
«Fue idea de Sergio generar el ámbito de diálogo desde la primera hora», habrían confirmado fuentes del oficialismo sobre las negociaciones entre la Casa Rosada y los gobernadores de Juntos por el Cambio Gerardo Morales (Jujuy); Gustavo Valdés (Corrientes); Rodolfo Suárez (Mendoza) y Horacio Rodríguez Larreta (CABA). También se sumaron entonces los legisladores de Cambiemos, encabezados por el radical Mario Negri, que terminaron apoyando la aprobación exprés de la «ley de restauración de la sustentabilidad de la deuda pública argentina».
Crónica del acercamiento
Para todo este proceso de ´entendimiento´ legislativo, el primer encuentro fue encabezado por Massa en el despacho de la Presidencia de la Cámara baja el martes a la mañana cuando los gobernadores amenazaban con no dar el ok a sus diputados para que apoyen el proyecto del Poder Ejecutivo. Para terminar de sellar el acuerdo, Máximo Kirchner se acercó ese mismo miércoles a la Casa Rosada, para informar al Presidente de la situación y decidieron hacer una segunda reunión en Diputados.
Luego, Massa puso en funcionamiento el Pacto II e invitó al jefe de gabinete, Santiago Cafiero y al ministro del Interior, Wado De Pedro a la mesa de negociaciones. Por la oposición estuvieron el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales; de Corrientes, Gustavo Valdés; de Mendoza, Rodolfo Suárez; el Jefe de Gobierno de CABA, Horacio Rodríguez Larreta; entre los referentes del Interbloque Juntos por el Cambio, que fueron liderados por Mario Negri (Jefe interbloque Cambiemos-UCR) y los diputados Maxilimiliano Ferraro (CC-ARI) y Alfredo Cornejo (presidente de la UCR nacional).
Un día después, la Cámara de Diputados aprobaba no solo el proyecto de Restauración de la Sostenibilidad de la Deuda Externa y el nuevo Consenso Fiscal firmado por el Estado Nacional y las provincias, sino también la resolución para crear esta nueva «mesa de trabajo» para resolver en el corto plazo la deuda de las provincias con la Nación. Y aunque algunos no le tengan ´mucha fe´ al espacio, está claro que es un primer puente con la oposición que se cuidará a rajatabla en los primeros meses del año por lo menos, para garantizar la paz y la dinámica legislativa aceitadísima que requerirá el Presidente.
En este caso, con el apoyo opositor, la ley tendrá un trámite exprés en el Senado, con un dictamen de la comisión de Presupuesto el martes 4 y la sanción definitiva el miércoles 5. Un contundente apoyo político que podrá mostrar Alberto Fernández en plena gira por Europa.
El pacto secreto II
En el primer pacto firmado por Fernández con todos los gobernadores del país fue el 17 de diciembre, a una semana de asumir. Acordaron derogar el consenso fiscal de Macri que imponía a las provincias eliminar impuestos y tasas. En la resolución acordada este miércoles, los gobernadores radicales y Larreta (PRO) lograron a cambio de apoyar al Gobierno en la renegociación con el FMI, que Fernández acceda a discutir en una nueva comisión parlamentaria -sin decisiones arbitrarias por color político de cada provincia- los plazos de las deudas de las provincias con el Tesoro nacional y la ANSES.
Además, consiguieron la promesa del Gobierno nacional de avalar negociaciones de las provincias para refinanciar los bonos de deuda en moneda extranjera, con un cambio en el proyecto original enviado por Guzmán.
El Gobierno a cambio, impuso que se debata en esa comisión una nueva ley de responsabilidad fiscal – la última se aprobó en 2003 en el marco de las discusiones sobre una futura redistribución de la coparticipación federal.
Plena ´luna de miel´
Paralelamente, como muestra de apoyo a Fernández, el principal gobernador de Cambiemos el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, envió a la Legislatura el «consenso fiscal» que modifica las medidas que habían acordado con la administración de Mauricio Macri.
En el «consenso fiscal» firmado por todos los gobernadores, incluido Rodríguez Larreta, el Gobierno de Alberto Fernández «acordó suspender hasta el 31 de diciembre del año 2020» lo relativo «a la rebaja del Impuesto a los Ingresos Brutos, del Impuesto Inmobiliario y del Impuesto a los Sellos entre otros».
Exultantes, cerca de Massa destacaban que el acuerdo con la oposición vuelve a «jerarquizar a la política y a los gobernadores» y «pone fin a la era de Marcos Peña y Durán Barba que los subestimaban» y abre la puerta a la «unidad para negociar la deuda y darle apoyo político al Gobierno ante las miradas del exterior».
En el oficialismo ponían como ejemplo el cambio de postura de la diputada Elisa Carrió que semanas atrás decía que no iba a votar un cheque en blanco al gobierno peronista. En su discurso en la sesión de esta semana, terminó pidiendo «la mayor cantidad de votos que se pueda para que esto salga avalado para los que nos ven afuera, vean el mayor apoyo político posible al Gobierno y a las provincias». Todo un cambio.
Gobernadores tranquilizados
Pese a que a muchos las urgencias de vencimiento les pisan los talones y les quita el sueño, está claro que Nación no permitirá en lo inmediato ningún a debacle. Ni siquiera la de Chubut, que no está claro cómo, pero logró pagar su vencimiento del mes.
Para el gobierno central mostrar tranquilidad interna para poder renegociar con solidez afuera es hoy fundamental. Tanto que está dispuesto a negociar con los gobernadores opositores, mucho más sostendrá el diálogo en busca de soluciones, con los propios, reflexionan fuentes calificadas de Balcarce 50.
Dicen además que esta inclusión de la renegociación de las deudas provinciales sin tanto ´bombo ni platillo´, fue el eje fundamental que posibilitó romper por primera vez la grieta política y mostrar madurez política en una cuestión de Estado: «Para discutir culpabilidades y demás, ya habrá tiempo», chicanean en el oficialismo que no utilizaron la situación para castigar a la oposición, en lo que ya se lee como una verdadera instancia superadora de la grieta política nacional. Habrá que ver…
Fuentes: MI, AF, A24, propias