El sueldo de los argentinos sirve para comprar el 20% menos que hace 4 años

Los considerables incrementos inflacionarios, y los acuerdos paritarios que no acompañaron estos aumentos sustanciales provocaron que el salario real de los trabajadores argentinos se desplome fuertemente. Si bien la situación específica de cada rubro varía, lo cierto es que durante los últimos años la mayoría de los empleados sufrieron una merma en su poder adquisitivo.
Según los últimos datos oficiales, que refieren a noviembre de 2019, último mes de gestión del ex presidente Mauricio Macri, los ingresos laborales del sector formal cayeron, en términos reales (teniendo en cuenta la inflación) 2,6% contra octubre y un 7,9% interanual, de acuerdo al índice Remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (RIPTE), el indicador oficial más actualizado.
De esta manera, concluyó un ciclo político marcado por el derrumbe del poder adquisitivo, que totalizó 20% en cuatro años, siempre hablando en términos promedio. Con el actual Gobierno de Alberto Fernández, enfocado en la reestructuración de la deuda y sin certezas aún sobre cuándo se realizarán las paritarias y qué pasara con la inflación, los analistas esperan que la recuperación sea lenta y prevén apenas un leve rebote en 2020.

La inflación subió más que los salarios

Publicado por la Secretaría de Seguridad Social y utilizado hasta su reciente suspensión para calcular la movilidad jubilatoria, el índice RIPTE marca el salario en bruto. En noviembre, alcanzó los 48.591 pesos tras subir en términos nominales 1,6% contra octubre. En tanto, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) mensual de ese mes lo superó ampliamente al marcar 4,3%.
Por el apagón estadístico del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), luego de la intervención de Guillermo Moreno, su serie de inflación no cubre toda la era Cambiemos. Por eso, para calcular la caída real de los salarios, hay que deflactar la suba nominal del RIPTE de 213% entre noviembre de 2015 y el mismo mes de 2019 con el 291% que acumuló el IPC de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ya que la medición oficial porteña no se detuvo en ese lapso. El resultado: un desplome del poder adquisitivo del 19,9%, que se concentró fundamentalmente en el último año y medio de gestión en el que, devaluaciones mediante, cayó 15,4%.

Nuevos panoramas

Enfocado en el inicio de su mandato en la reestructuración de la deuda y en no expandir el déficit fiscal, la nueva administración de la Casa Rosada no apuró las revisiones paritarias pendientes de 2019 ni las correspondientes a este año. Como primera medida y para impulsar el consumo de los sectores de ingresos más bajos, decretó una suba por suma fija de 4.000 pesos en dos cuotas para todos los trabajadores privados, para los estatales y el personal de las fuerzas armadas y de seguridad. Y esta semana, el presidente Fernández se mostró reacio a convalidar cláusulas gatillo en los convenios salariales y sugirió que las negociaciones sectoriales podrían demorarse y dar lugar a otra suba por decreto.
En ese marco, los analistas esperan que el rebote sea lento. Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina, avizora una caída del poder adquisitivo del 3% en el promedio de 2020. «Pasa que el arrastre 2019 es muy malo», explicó. Es que, como la caída en los últimos meses fue muy grande, la primera parte de este año mostrará caídas interanuales y tirará la media anual hacia abajo.
Igualmente, señaló que en diciembre el salario real mostrará un leve rebote interanual: Ecolatina proyecta que los sueldos crezcan 42,2% y que la inflación marque 40,3%, lo que implica una mejora del 1,3%. En Eco Go son un poco más optimistas y esperan una suba real del 2,5% para fin de año.
Martín Kalos, economista jefe de Elypsis, coincidió en que no habría un rápido boom salarial aunque apuntó que «es posible que hacia fin de año comience a recuperarse en forma un poco más vigorosa, dependiendo del sendero de inflación que se logre y de una renegociación exitosa de la deuda que dé perspectiva de estabilización y eventual crecimiento».
Por su parte, Luis Campos, del Observatorio del Derecho Social de la CTA, marcó las claves para la evolución salarial: «Por un lado, la discusión de la cláusula gatillo, que a nivel provincial tuvo peso el año pasado y ahora hay un ataque muy fuerte. Segundo, vienen bastante frenadas las cláusulas de revisión pendientes de los acuerdos de 2019, como las de Comercio, UOM, Alimentación, Camioneros, Prensa. Si no se activan, esas actividades van a quedar muy atrás. Por último, si se postergarán las paritarias 2020 y hay otra suba por decreto: eso afectaría las escalas de cada actividad. Y todo esto dependerá de lo que pase con la inflación».

Repercusión del congelamiento en Chubut

El panorama actual en Chubut está fuertemente vinculado a esta situación nacional, pero sobre todo en el plano del a Administración Pública. Si tenemos en cuenta que los haberes de los empleados estatales estarán congelados por 180 días, resulta que la inflación que se dé durante este lapso temporal significará una pérdida sustancial para los salarios, ya que los mismos no serán actualizados por seis meses.
Asimismo, si bien esta medida impacta directamente en el bolsillo de los trabajadores de la Administración Pública, resulta lógico pensar que el consumo se reducirá en todos los ámbitos de la vida social y económica provincial, por lo que varios puntos del ámbito privado también se verán influenciados por las nuevas medidas implementadas por el gobernador de Chubut, Mariano Arcioni.
En este contexto, resulta que la pérdida de poder adquisitivo a nivel nacional podría lograr un leve repunte en el transcurso de 2020. No obstante, existe un riesgo sustancial de que esto no pueda replicarse de tal manera en Chubut, o por lo menos no durante los primeros meses, teniendo a consideración el congelamiento en los haberes hasta julio del año en curso.

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