LA PATAGONIA FUE LA ÚNICA REGIÓN DONDE LA VARIACIÓN FUE POSITIVA

En los últimos cuatro años, el consumo de gas residencial bajó 8,4 por ciento

Acompañado por los contundentes tarifazos sobre los servicios públicos, algo que repercutió considerablemente en la utilización de dichos bienes, se conoció en las últimas horas que el consumo de gas residencial en Argentina sufrió una variación negativa de 8,4% durante los últimos cuatro años. En tanto, durante 2019 la caída fue de 2,5%, según las cifras oficiales.
Puntualmente, los datos son de enero a octubre y fueron publicados por el sitio especializado EconoJournal. La baja de 2019 estuvo influenciada por las temperaturas más altas con respecto a 2018, pero cuando se compara con 2015 el retroceso es del 8,4% y si la comparación es con 2016, cuando el consumo todavía subía, el derrumbe trepa al 15%.
El consumo de gas residencial cayó 2,5% interanual en el acumulado de enero a octubre de 2019, según datos del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas). Fuentes del ente regulador aseguraron que el descenso se explica en parte por las mayores temperaturas registradas el año pasado respecto a 2018. No obstante, igual es una cifra de consumo baja, pues si se compara con enero-octubre de 2015 el retroceso en los cuatro años del gobierno de Mauricio Macri llegó al 8,4%, pese a que en ese mismo período la cantidad de usuarios residenciales trepó un 4%. La causa principal de ese retroceso fue la fuerte suba en las tarifas del servicio.
La caída registrada en el período podría haber sido todavía peor sino fuera por el crecimiento del consumo en 2016. Entre enero y octubre de aquel año, cuando la suba de tarifas todavía no había impactado de lleno por el conflicto judicial, el consumo residencial de gas trepó 7,78% interanual. No obstante, en 2017 el consumo cayó 11,1%, la mayor baja interanual desde que Enargas comenzó la serie estadística en 1993. De hecho, si en lugar de calcular la caída acumulada entre 2015 y 2019 se la estima entre 2016 y 2019 el derrumbe es todavía más pronunciado llegando al 15%.
Si se analizan los cuatro años de gobierno de Macri, siempre tomando el período enero-octubre, la caída del consumo residencial es de 8,41% entre puntas (2019 versus 2015). De las nueve distribuidoras, solo dos incrementaron su oferta: Gas Nor (+9,37%) y Camuzzi Gas del Sur (4,34%), las cuales se ubicaron entre las tres firmas que registraron el mayor crecimiento en la cantidad de clientes, lo que sin duda explica esa mejora. Los clientes de Gas NOR crecieron en ese mismo período 10,21% y los de Camuzzi Gas del Sur 10,14%.
El resto de las distribuidoras retrocedió por la fuerte caída del consumo de los hogares. Los clientes de Distribuidora Gas Cuyana demandaron un 17,97% menos de gas, los de Metrogas un 14,41% menos, los de Camuzzi Gas Pampeana un 13,76% menos, los de Distribuidora Gas del Centro un 13,12% menos y los de Gas BAN un 11,19% menos.
Si la comparación se realiza con 2016, el derrumbe es todavía mayor. En los últimos tres años los hogares del área de concesión de Litoral Gas contrajeron su consumo un 23,98%, los de Distribuidora Gas del Centro un 23,77%, los de Gas BAN un 21,44%, los de Distribuidora Gas Cuyana un 21,33% y los de Metrogas un 21,13%.
No hay variación climática que pueda explicar semejante contracción, pero la fuerte suba de tarifas ayuda a comprender mejor lo ocurrido. En el caso de Metrogas, por ejemplo, firma que opera en el Área Metropolitana de Buenos Aires, a fines de 2015 un usuario R1 de Metrogas con un consumo bimestral de 80 m3 pagaba 13,55 pesos de cargo fijo y 38,4 pesos de cargo variable (80 x 0,48 pesos), totalizando $51,95 antes de impuestos. Desde junio del año pasado, la tarifa para ese mismo cliente es de 207,4 pesos de cargo fijo y 885,6 pesos de cargo variable (80 m3 x 11,07 pesos). Es decir, 1093 pesos, lo que implica un aumento de 2003,9% en cuatro años.

Se redujo considerablemente el precio del gas a nivel mayorista

La administración nacional que encabeza el presidente Alberto Fernández modificó el sistema administrativo en materia energética, por lo que ahora las centrales termoeléctricas ya no compran individualmente el gas necesario para generar electricidad, sino que se decidió que fuera la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA) la que centralizara todas las compras, a través de una subasta.
Las consecuencias fueron categóricas. El resultado de la subasta concretada el 27 de diciembre fue que CAMMESA logró comprar gas a un valor promedio ponderado de 1,8 dólares MMBTU. Incluso abrochó operaciones a valores que algunos consideran debajo del costo de producción, como los 0,92 US$/MMBTU que ofertó y concretó YPF.
Para dimensionar lo que significó esta subasta, alcanza con saber que en el mismo período, pero en 2018, cuando Juan José Aranguren era Ministro de Energía, el valor pagado fue 4,89 dólares. No hay otra explicación más que el sobreprecio y el negociado a la hora de buscarle motivos esta diferencia del 170% en el precio de un commodity en la misma época del año.

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