EN EL MARCO DEL ÁREA RECIENTEMENTE CREADA EN EL CONICET

Especialistas analizan el futuro del uso medicinal del cannabis

Un grupo de científicos e investigadores participó de la Red de Cannabis, un espacio recientemente creado dentro del CONICET; asistió una treintena de especialistas: científicos, funcionarios y representantes de organizaciones civiles, quienes realizaron una puesta en común del estado de situación y planificaron cuestiones a trabajar.
La Red de Cannabis y sus usos medicinales (RACME) está integrada por investigadores del Centro. En este primer encuentro ampliado se invitó a participar a profesionales de la Medicina, representantes del INTA, del Ministerio de Seguridad, del Poder Legislativo y ONG’s que vienen trabajando en relación al tema, como CAMEDA, Mamá Cultiva, Flores en Libertad, Asociación de Cultura Canabica, Ciencia Sativa Bariloche, entre otros.

Temario de actualidad

En la reunión, que se realizó en la sala del Directorio del CONICET y estuvo encabezada por la presidenta del Consejo Ana Franchi y la investigadora Silvia Kochen, coordinadora de la Red, se efectuó una actualización de los temas más relevantes en torno al Cannabis Medicinal en la actualidad y el estado de la Ley 27.350 que regula su uso. También, se fijaron objetivos de trabajo en el corto y mediano plazo para lograr avances en la investigación del cannabis y la implementación de la Ley.

Listos para el debate

“Desde el CONICET apoyamos la iniciativa de esta red y estamos a disposición de lo que necesiten, porque creemos que tenemos que servir para llegar al territorio y contribuir para que la gente viva mejor. La institución está preparada para abordar este tema”, dijo Franchi al dirigirse a los más de treinta miembros de la Red presentes en el encuentro. Kochen trazó un breve diagnóstico de lo que está sucediendo en torno al Cannabis. Anunció que ya están las condiciones dadas para que los investigadores puedan comenzar a brindar Servicios Técnicos de Alto Nivel (STAN) en control de calidad, y luego abrió el juego para que los participantes puedan explayarse sobre las cuestiones que creyeran relevantes. “La idea es que el CONICET esté al servicio de lo que necesita la comunidad en torno al cannabis”, indicó la neurocientífica.

El autocultivo, prohibido

Una de las primeras problemáticas que salió a la luz durante la reunión -que se extendió por más de tres horas-, fue la dificultad surgida una vez que la Ley de Cannabis Medicinal fue reglamentada por el Poder Ejecutivo. “En la reglamentación no se respetó el espíritu de la Ley. El artículo 8 de la Ley fue redactado mal a propósito, prohíbe el autocultivo y pone impedimentos para que pueda haber acceso al aceite de cannabis, entre otras cuestiones. La idea es proponer una nueva reglamentación al Poder Ejecutivo”, planteó en este sentido Carolina Gaillard, quien fue presidenta de la Comisión Salud de la Diputados en el momento de sancionarse la Ley, y se desempeña actualmente como diputada nacional por el Frente de Todos.

Generar normativas

A continuación, Ana María García Nicora, presidenta de Cannabis Medicinal Argentina (CAMEDA), planteó que en Uruguay, país en que el cannabis es legal desde 2013, si bien el uso recreativo de la sustancia está extendido, recién el año pasado hubo dos resoluciones para regular el cannabis puramente medicinal, que aún es una cuestión pendiente.
Más adelante, el investigador del CONICET Darío Andrinolo expresó: “Es necesario normatizar y establecer los alcances y límites del control de calidad”. Luego, el director ejecutivo de la Revista THC, Alejandro Sierra, remarcó la necesidad de reforzar el espíritu de la Ley de Cannabis Medicinal: “Se reglamentó una ley que promueve la criminalización del autocultivo, el Ministerio de Seguridad fue el primer obstáculo que se interpuso para que no se cree el registro de cultivadores y demás cuestiones –dijo-. De todas formas, la Ley no es la mejor pero es una buena base para avanzar hacia una mejor reglamentación ahora”.

Anticipan avances

Valeria Salech, de la ONG Mamá Cultiva, celebró el reciente cambio de autoridades en organismos como CONICET, INTA o el Ministerio de Seguridad y dijo estar confiada de que en los próximos meses haya avances en torno al cannabis. También puso sobre la mesa la necesidad de reglamentar de manera adecuada la ley para que haya una ampliación de las patologías tratadas con cannabis, así como la necesidad de empezar a pensar no solo en aceites de cannabis medicinal sino también en la posibilidad de comercializar flores como tratamiento, la consolidación de una red de control de calidad y la posibilidad de impulsar una capacitación interdisciplinaria en todos los niveles alrededor del cannabis medicinal. “Tiene que ser como una Ley Micaela, pero de cannabis”, graficó.

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