CREER O REVENTAR

La imagen del gas que envuelve a los agujeros negros supermasivos

En la Constelación de Ofiuco, a 400 millones de años luz de distancia de la Tierra, dos galaxias se han fusionado dando lugar a otra galaxia más grande que ha sido bautizada como NGC 6240. Se trata de una galaxia caótica y muy compleja, según los astrónomos que llevan tiempo observando cómo se está formando.
Ahora, gracias al radiotelescopio ALMA que el Observatorio Europeo Austral (ESO) tiene en el desierto chileno de Atacama, han podido observar con gran detalle el material que hay alrededor de los dos agujeros negros supermasivos de esas dos galaxias. Con las nuevas observaciones se han obtenido imágenes con una resolución mucho mayor que las que tenían hasta ahora. Observar el gas y el polvo que rodea a estos monstruos cósmicos les ayuda además a determinar su masa.

Enigmáticos

De hecho, según ha explicado Anne Medling, investigadora de la Universidad de Toledo (Ohio, EEUU), las imágenes obtenidas con el radiotelescopio ALMA, situado a unos 5.000 metros de altitud, han revelado que la masa de los dos agujeros negros es inferior a la que habían determinado anteriormente usando modelos matemáticos.
Esta nueva investigación sobre los enigmáticos agujeros negros ha sido presentada durante el congreso que la Sociedad Astronómica Americana está celebrando en Honolulú (Hawaii) y va a ser publicada en dos artículos científicos en la revista Astrophysical Journal Letters.

Más cerca del agujero

La mayor parte del gas observado está localizado en la región entre los dos agujeros negros, y calculan que éste es expulsado a velocidades de hasta 500 kilómetros por segundo. Un aspecto que les ha sorprendido es que el gas está más cerca del agujero negro de lo que esperaban. Su hipótesis es que con el tiempo, el gas terminará siendo engullido por el agujero o bien será expulsado a altas velocidades.

Evolución galáctica

Por otro lado, los científicos que han analizado las imágenes de ALMA afirman no haber encontrado indicios de que exista un tercer agujero negro en esa región del cielo, como otro equipo de científicos había sugerido.
“Esta galaxia es tan compleja que sin estas imágenes tan detalladas no habríamos podido saber qué hay dentro”, ha declarado Loreto Barcos-Muñoz, del Observatorio de Radioastronomía de Charlottesville (Virginia, EEUU), que destaca que esto les permite estudiar la evolución de estas galaxias. «Dentro de varios cientos de millones de años, esta galaxia tendrá un aspecto totalmente diferente», añade.
La fusión entre esas dos galaxias no ha terminado. El proceso, dicen los astrónomos, continúa y es probable que los dos agujeros negros supermasivos que contienen terminen fusionándose asimismo y convirtiéndose en un único agujero negro.

El mayor radiotelescopio

Día y noche, las 66 antenas de alta precisión de ALMA, de entre siete y 12 metros de diámetro, apuntan al inmaculado cielo austral para captar las denominadas ondas milimétricas y submilimétricas, un tipo de radiación invisible al ojo humano que permite a los astrónomos estudiar el llamado Universo frío y viajar en el tiempo para observar los vestigios de la radiación del Big Bang. De las primeras galaxias y estrellas que se formaron, de los primeros rastros de vida. Observar, en definitiva, cómo comenzó todo.

Espectro de luz

Regiones de gas y polvo que forman estrellas y galaxias en zonas lejanas del Universo y que a menudo permanecen ocultas en el rango visible de la luz, brillan en la parte milimétrica y submilimétrica del espectro electromagnético, que es la que estudia ALMA, que también apunta a nuestro sol y a los planetas y cometas de nuestro sistema. El radiotelescopio comenzó a realizar sus observaciones científicas en 2011, utilizando sólo algunas de las antenas. Durante este tiempo, ya ha sido capaz incluso de detectar moléculas orgánicas en el espacio.

Fuente: El Mundo

ÚLTIMAS NOTICIAS