Al igual que la provincia de Buenos Aires, en Chubut advierten que difícilmente el gobernador Mariano Arcioni pueda lograr la adhesión del 75% de los acreedores para reperfilar el pago del Bocade 2026.
Sin embargo, a diferencia de Kicillof, el problema del gobernador patagónico no es el riesgo de default, sino que su objetivo es hacerse de fondos para financiar el inédito déficit fiscal que le impide cumplir con el pago de salarios.
El bono que se busca reperfilar está garantizado por un fideicomiso de garantía que lo maneja el Deutsche Bank y está fuera del alcance de la normativa argentina. El mismo recibe las regalías petroleras antes de que vayan a la provincia, con lo cual, se trata de un instrumento muy sólido.
Todo indica que el único modo de lograr que se posterguen los vencimientos es que la Provincia ofrezca una tasa que resulte lo suficientemente atractiva a los tenedores de bonos.

Negociación

Este fin de semana el ministro de Gobierno, José María Grazzini aseguró que se han realizado las gestiones ante acreedores para reperfilar la deuda, y en ese marco se refirió a la necesidad del Ejecutivo de contar con las leyes que enviaron a la Legislatura, “necesitábamos que salgan estas leyes para darle prioridad al reperfilamiento de deuda como lo está haciendo el Estado Nacional y diferentes provincias”.
“Chubut tiene una ventaja, y es que salió a buscar rápidamente la confianza de los acreedores de la provincia para poder reperfilar esta deuda y queremos aprovechar esta ventaja. Por eso entendemos que cualquier tipo de leyes que genere controversia y lleve más tiempo de discusión en el ámbito legislativo decidimos dejarlas para las sesiones ordinarias”, insistió Grazzini.