HISTORIAS CURIOSAS PARA CONTAR EN DÍAS DE LLUVIA

Treinta días tiene noviembre, con abril, junio y septiembre…

Por Javier Arias
javierarias@eldigito.com

Y llegó nomás, tanto hablar que faltaba poco, que la malla me queda chica, que si vendrán o no los turistas… Tanto hablar y enero ya está acá. Comenzó definitivamente el verano, con todas sus horas en la playa, sus partidos de futbol en la arena y sus mates en los atardeceres eternos.
¿Y todo por qué? Porque empezó enero.
No, no se preocupe, no derrapé de repente y estoy internado en un hospicio psiquiátrico. Es que hoy quería hablarles de los meses del año, y de alguna forma debía empezar la columna, podría haberlo hecho hablando de los calendarios de las gomerías de ruta, pero me pareció demasiado subido de tono, por eso preferí esta introducción socio climatológica, más afín con el espíritu familiar de mi columna.
Como decía, comenzó el mes de enero, y con él todo un año de doce meses, que, para bien de los maestros, tiene cada uno su nombre y su historia. Y sin que usted pueda hacer nada para evitarlo, a continuación, voy a contársela, que un poco de cultura no le hace mal a ninguno, aunque sea de la cultura medio al divino botón.

Enero

El primer mes del año, pero es bueno saber que no existía en el antiguo calendario romano, que empezaba en el mes de Marzo. Fue añadido al calendario de Numa Pompilius (¿quién es este Numa?, ni idea, no jorobe, que las bibliotecas están abiertas al público, ¡qué tanto!) y su nombre latino “januarius” proviene de Janus, la divinidad de las dos caras, pues el mes de Enero mira de un lado el año nuevo y de otro el que ya ha pasado. Hay quien hace derivar su nombre de “janua” (puerta) pues, como primero de los meses, es la puerta del año, pero para qué cultivar discusiones bizantinas, si es el mismo origen, ya que Janus es el dios guardián de las puertas de Roma.

Febrero

Segundo mes del año, también inexistente en el antiguo calendario romano (si les había dicho que arrancaba en marzo, medio que se caía de maduro ¿no?). Su nombre latino “februarius” proviene de “februum” (que en latín significa medio de purificar) lo que representa que el mes de Febrero era el mes de la purificación en el que se celebraban, a finales de mes, las “februales” que eran unas ceremonias religiosas de expiación. Era considerado un mes infausto o nefasto (sin fiestas) y, como es de público conocimiento que los romanos eran la mar de fiesteros, esto no les cayó muy bien y por ello fue escogido para ser el mes más corto del año en el calendario juliano.

Marzo

Tercer mes del año y primero del antiguo calendario romano. Proviene de “martius”, derivado de Marte, nombre del dios de la guerra al que estaba consagrado. ¿Qué más decir de un mes que alguna vez fue primero y ahora tercero?

Abril

Cuarto mes del año y segundo del antiguo calendario romano (¿Hace falta que ande explicando esto en cada uno de los ítems o ya entendió?).
Su nombre latino “aprilis”, proviene probablemente de “aper” (jabalí, en latín) que era una animal venerado por los romanos o quizás tenga relación con “àparas” (término de los Veda que significa “siguiente”) con la interpretación de que era el mes siguiente al primero. De todas maneras, está muy extendida la teoría de que proviene de “aprilis” y éste de “aprire” (abrir, en latín) y hace referencia a que se abre la Naturaleza, al aparecer las flores y rebrotar los árboles. Sí, ya sé, que no aparecen las flores en abril, que estamos en pleno otoño en ese mes, pero recuerde que estas cosas, como la mayoría de las cosas, se inventó o se creó en el hemisferio superior, donde, pobrecitos, todo es al revés.

Mayo

Quinto mes del año (última vez que se lo digo, y tercero del antiguo calendario romano).
Su nombre latino “maius”, hace referencia a que estaba dedicado a Maia, una de las pléyades (las siete hijas de Atlas y Pleyone en la mitología clásica). Conozco una Maia que se va a poner contenta de tener un mes para ella sola.

Junio

Sexto mes del año (No, no pienso decir que es el cuarto del antiguo calendario romano… ¡Auch!).
Su nombre “iunius”, en latín, hace referencia a Juno, diosa esposa de Júpiter, protectora de la mujer y de la familia, a la que estaba dedicado.

Julio

Séptimo mes del año (Jeh jeh… Casi me engancha)
El quinto mes del antiguo calendario romano era conocido con el nombre de “Quintilis”. (Es increíble que lo haya dicho de nuevo) Marco Antonio, que era un gran chupamedias, además de amante de Cleopatra, parece que le dio el complejo de culpa por arrebatarle la egipcia al gran general que le dio a este mes, en el 44 A.C., el nombre de “iulius” en honor a Julio César.

Agosto

Octavo mes del año, antes conocido con el nombre de “Sextilis”. Se le dio el nombre de “augustus”, que era el sobrenombre del emperador Octavio, con el fin de honrarle a semejanza del mes de Julio dedicado a Julio César. Por la misma razón se compone de 31 días como el mes de Julio, rompiendo así la alternancia entre 30 y 31días. ¿Se da cuenta que por culpa de los celos entre los césares ahora nosotros estamos obligados a aprender tontas tonaditas para memorizar los días de los meses? La vida no es justa.

Septiembre

Su nombre proviene de “septem” (siete, en latín) haciendo referencia a su posición antes de la reforma llevada a cabo por Julio César en el 46 a C. y que creó el llamado calendario juliano. Se mataron los muchcachos con el nombre, pero parece que de ahí en más medio que se cansaron de andar buscando césares para nominar a los meses y comenzaron a poner números por nombres.

Octubre, Noviembre y Diciembre

Como le decía, nombres que hacen referencia a la posición que mantenían en el cómputo general de los meses proviene. Octubre de “octo” (ocho, en latín), Noviembre de “novem” (nueve, en latín) y “decem” (diez, en latín).

Ahora, repita conmigo: “Treinta días tiene noviembre, con abril, junio y septiembre…”

Nota del Autor: Algunos de los datos sobre los meses fueron extraídos del sitio 1de3: http://idd00nd3.eresmas.net/1de3/masx.htm#suerte

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