HUBO DAÑOS DESDE LA CORDILLERA A LA COSTA Y NO HUBO PREVENCIÓN

A nivel provincial fallaron las alertas, y el temporal de viento provocó destrozos

Durante la tarde del sábado, un vendaval de importantes características azotó varias localidades provinciales, entre ellas Puerto Madryn, provocando destrozos en la vía pública y severos daños en algunas viviendas, hubo voladuras de techos y la asistencia de personal policial, municipal y de Bomberos también debió dividirse frente a otro hecho de envergadura que se desarrollaba en El Doradillo, un incendio de pastizales que amenazó con expandirse hacia la Ruta Provincial 1 hasta que finalmente fue controlado, luego de casi 12 horas de trabajo ininterrumpido.
El temporal, que había sido anticipado, pero las autoridades provinciales no tomaron los recaudos para que hubiera medidas de prevención, y la meteorología sorprendió a varias ciudades, también provocó interrupciones en el servicio eléctrico de la ciudad del Golfo, en Trelew, y en la potabilización y el transporte de agua, generando un escenario de preocupación y zozobra en la población.
En ese marco, se vieron afectadas localidades como Trevelin, Esquel y El Hoyo, entre otras. La situación, enmarcada en las advertencias de la comunidad científica sobre el efecto del cambio climático, advierte sobre la necesidad de reducir las acciones humanas que generan una consecuencia directa en la ecología, así como también la premisa de que será necesario adaptarse a este tipo de eventos, que podrían ocurrir de manera más frecuente en los próximos años.

Sorpresivo

En la ciudad del Golfo, el temporal azotó con dureza la zona urbana y sus alrededores, mientras que centenares de personas que se encontraban disfrutando de lo que hasta entonces había sido un ideal día de playa, debieron abandonar de manera inmediata la costa; algunos de ellos, incluso, dejaron sus bolsos a la intemperie, sorprendidos por la inmediatez con la que ráfagas superiores a los cien kilómetros por hora sacudían la ciudad.
En la zona céntrica, carteles y marquesinas de comercios fueron arrancadas por el viento, que también dejó sin suministro eléctrico a más de una decena de barrios; incluso, una antena de radio se derrumbó y dejó sin servicio a la emisora Radio Cristal.

Postes cayeron como ramas

La Cooperativa debió reforzar las cuadrillas de Guardia tras haber recibido llamados telefónicos de casi todos los sectores de la ciudad, advirtiendo por caída de postes y cables cortados; sobre la Ruta Provincial 1, en el tramo que conduce desde la avenida Hansen hacia los barrios Solana de la Patagonia y Quintas “El Mirador”, al menos tres postes de luz habían sido derribados por la acción del viento y permanecían sujetados por los cables de los postes aledaños.
La interrupción en la provisión de energía eléctrica vio mayormente afectada la zona sur y suroeste de Madryn; incluso, las fotocélulas del alumbrado público se activaron automáticamente antes de lo previsto, producto del oscurecimiento del cielo tras el paso de una tormenta de viento que no se había registrado desde hace al menos 28 años.

Zona devastada

En el caso de Trelew, la ciudad del Valle expuso características de una auténtica zona de desastre, devastada por la acción de las fuertes ráfagas; hubo registros de árboles arrancados de raíz en zonas urbanas y de chacras, así como también cortes de cables, caída de postes y la totalidad de los barrios sin energía eléctrica.
Uno de los comercios que se vio afectado fue el mayorista Yaguar, cuyo techo fue arrancado por el viento y generando destrozos en el interior del amplio local, aunque sin personas heridas.
Los vientos, que también provocaron la interrupción en el suministro de agua potable, se desataron en una jornada calurosa, con temperaturas que superaron los 35 grados centígrados, y también castigaron con dureza a las localidades de Rawson, Gaiman, Dolavon y Esquel; en esta última hubo registros de al menos veinte árboles arrancados por las ráfagas.

Nueva alerta para tres provincias

La acción del temporal fue decreciendo con el correr de las horas, siendo el foco de mayor intensidad entre las 18:30 y las 20:30 horas; con una velocidad promedio de 120 kilómetros por hora, la potencia de las ráfagas fue disminuyendo de manera paulatina, ubicándose en los 80 kilómetros por hora para las diez de la noche del sábado, ya sin generar un potencial riesgo para las distintas comunidades.
Para el día domingo también había sido emitido otro alerta meteorológico por parte del SMN, que anticipaba “fuertes vientos con ráfagas” que, en esta ocasión, incluían no sólo a Chubut, sino también al sur de Neuquén, sur de Río Negro y norte de Santa Cruz, a partir de la tarde-noche; en esta ocasión, las ráfagas anunciadas oscilarían entre los 50 y los 70 kilómetros por hora, con algunos vientos superiores a los 100 km/h; sin embargo, sobre el mediodía del mismo domingo, se había determinado el cese de dicha alerta, anticipando ráfagas de hasta 80 kilómetros por hora, con un promedio entre los 50 y los 60 km/h.

Destrozos en todas las direcciones

Según información a la que tuvo acceso El Diario, también se vio afectado el predio del INTA en Trelew, donde una importante cantidad de árboles cayeron por acción del viento, así como también permanecieron durante una importante cantidad de horas sin energía eléctrica.
Las localidades de Rawson y Playa Unión, que debieron evacuar a gran cantidad de personas de la zona costera, también vieron interrumpida la electricidad hasta el domingo por la mañana.
Desde la Cooperativa de Puerto Madryn confirmaron que, sobre la madrugada del mismo domingo, ya habían retomado las tareas de potabilización y transporte de agua, respondiendo a la interrupción programada del suministro para varios sectores de la ciudad, a la que se sumó el efecto del vendaval, que impidió que durante algunas horas, el servicio de agua potable se reanudara.

Cuenta regresiva

El evento climático, que había sido pronosticado pero que sorprendió por su voracidad e intensidad, también forma parte de un extenso estudio que realiza la comunidad científica mundial desde hace varios años.
Según lo expresara recientemente el físico de la Universidad de Toronto, Theodore Shepherd, “el cambio climático producirá modificaciones en los vientos y estos a su vez en la capa de ozono”, indicando que parte de dicha dinámica de vientos son ondas planetarias de sistemas de baja y alta presión que se están propagando hacia arriba, hacia la estratosfera y que, al romperse, producen un fenómeno que de manera vulgar se podría asemejar al efecto de una batidora.

Advertencias

Ya a mediados de 2017, investigadores del Conicet e integrantes del Consejo en el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera presentaron una publicación titulada “La Argentina y el Cambio Climático. De la Física a la Política”, a través de la cual plasmaron la preocupación del sector científico en los cambios que se avecinan, haciendo hincapié en la necesidad de modificar ciertos hábitos y políticas tanto de nuestro país como del resto del mundo, para retrasar la acción del cambio climático, mayormente provocada por el hombre.
Una de las autoras del trabajo, la científica Inés Camilloni, había advertido sobre la “falsa percepción de que existe una división equilibrada entre quienes aducen que el clima no está cambiando y quienes afirman que el clima se está modificando”, algo que “ha entorpecido la toma de medidas para hacer frente al cambio climático”.

Mucho calor y mucha lluvia

Otro de los responsables de la publicación, Vicente Barros, mencionó que “los dos problemas que tiene Argentina son los eventos extremos de precipitación y de temperatura, y en ese punto el rol del Servicio Meteorológico Nacional es central para la alerta temprana que contribuya a reducir los impactos de catástrofes, como inundaciones”, reconociendo que “se trata de un papel que requiere el apoyo de la sociedad y del Estado”.

El clima, con pronóstico reservado

Además de las previsiones realizadas desde el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) había transmitido, a través de un informe elaborado el pasado 27 de enero, la posibilidad de un evento climático de importantes proporciones.
Según el documento “Evolución de las actuales condiciones meteorológicas – Tendencia a mediano y largo plazo”, al que tuvo acceso El Diario, “durante sábado 1 (de febrero), se espera un pulso de aire más frío que ingrese a la Patagonia con vientos intensos del sector sudoeste y precipitaciones sobre zonas cordilleranas, Santa Cruz (sur) y Tierra del Fuego”, a la vez que “hacia el domingo 2, las condiciones de tiempo se presentarían con vientos del sector oeste y posibles lluvias sólo sobre el extremo sur”.

Políticas activas

El recientemente galardonado científico Pablo García Borboroglu, ya había advertido sobre la necesidad de implementar políticas “que no sean reactivas”, sino preventivas, ante los efectos que el cambio climático ha comenzado a producir en el medio ambiente.
“No se puede ya tener una política reactiva, a ver qué hacer cuando ya tenés el impacto, hay una visión proactiva en gobiernos de países desarrollados y es bueno que están haciendo ellos”, había manifestado el investigador en relación a eventos climáticos como los tifones que azotaron países asiáticos años atrás, o bien el huracán “Katrina” en los Estados Unidos.
También, indicó que en todo el mundo “hay crecidas cada vez más frecuentes, combinadas con tormentas o vientos especiales”, donde es menester “generar más espacios verdes, poner más árboles donde corresponde o dunas costeras”, con el objetivo de mitigar los efectos del clima.

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