Por Trivia Demir

Comenzó la semana y hubo cumbre, -aunque sea para la foto-, para empezar a rejuntar la tropa en Fontana 50. Es que el próximo lunes 2 de marzo la Legislatura chubutense volverá a entrar en funciones luego del receso estival, bajo un clima de tensión política, financiera, educativa y social, y el gobernador deberá abrir esas sesiones con el tradicional discurso de planificación de gestión. Y de lo que logre mostrar Mariano Arcioni ese día, con acompañamiento representativo, y un discurso impreso y sellado con enumeraciones creíbles, datos duros comprobables, citas documentadas, y algún viso de realidad y porque no de sentimentalismo, dependerá el tubo de oxígeno que consiga para sostener el trote de tantas confrontaciones juntas.
Y de hecho, por ahora el primer escollo es llegar a ese día, ya que no están garantizadas las condiciones como para que haya acto. De otro modo el traje quedará planchadito en la percha y la gomina intacta en su pote afrancesado. El Ejecutivo lo sabe, por eso comenzó el fin de semana el operativo ´enrolamiento 2´. Por un lado Arcioni amplió la foto del aniversario de Comodoro y sentó a más de veinte intendentes y jefes comunales con algunos funcionarios nacionales, dándole la derecha al intendente Juan Pablo Luque como anfitrión casi político. Por otro, viene tejiendo una muy conveniente relación con poderoso gremios del Valle, además de los que ya lo acompañan desde la Capital del Petróleo. Esos acercamientos también incluyen a un asesor ad honorem histórico que habría comenzado a hablar por si solo con el poder central que funge en Rawson. Con todo esto, el mensaje del escribano sería claramente que ´el que se queda afuera ahora, cuando las papas queman; pierde el tren de las bonanzas posibles´. A la par, el PJ flirtea desde diferentes veredas personalísimas comenzar a ´ayudar a la provincia´ y a su conductor de momento, enmarcados en esos actos de arrojo altruistas típicos del variopinto sello provincial que saca cuentas a la 4 potencia.

Es por esto que el vicegobernador Ricardo Sastre reapareció después de los fuertes cruces aún humeantes, y comenzó a retomar posición. En principio demostrando que no faltará a ninguno de sus deberes institucionales, más allá de las diferencias políticas. Y en ese marco se reunió ayer con los presidentes de los diferentes bloques parlamentarios para definir cómo será el funcionamiento de la Cámara. Y en principio en la Casa de las Leyes le trasmitieron que voluntad legislativa hay, pero los empleados judiciales no levantarán el paro hasta que terminen de cobrar, y eso superaría ampliamente el 2 de marzo. Así las cosas, el compromiso fue seguir conversando pero hasta el momento no estarían dadas las condiciones para el acto en cuestión.
Independientemente si las sesiones ordinarias comenzarán el 2 o el 15, tarde o temprano deberán comenzar. Y en ese marco, como vice, Sastre tendrá la tarea de presidir un Parlamento cada vez más dividido por los diversos enfrentamientos políticos en la cúpula de Chubut al Frente, la coalición formada por el gobernador Mariano Arcioni, el propio Sastre y el intendente de Trelew, Adrián Maderna.

Nada es lo mismo

Pese a que en su primer período como jefe provincial, tras el fallecimiento de Mario Das Neves, Arcioni tuvo una Legislatura adversa, el recambio parlamentario lo favoreció con 16 diputados propios de los 27. Un número con el que, en teoría, podría tener menos complicaciones a la hora de llevar adelante el flanco legislativo para ejercer su rol en el ejecutivo.
Pero no todo salió según lo que se creía y en menos de lo que cantó el gallo, se produjo la interna que se temía. Y en eso, hay versiones para todos los gustos, y malos pasos oficiales, difícil de disimular por más ´mimos´ circunstanciales que les haga el propio Arcioni. En principio la acusación a su vice de querer ocupar espacios políticos con gente propia, fue un ventileo demasiado histérico de ropas que se debían lavar puertas adentro de la alianza política tejida a la sombra de evidentes compromisos. El segundo mal paso fue tratar de ´miserables´ a legisladores elegidos por voto popular que no asumieron como parte de la escribanía personal. Y lo tercero fue otra vez la sobreexposición a la que los sometió el ministro de Economía al enrostrarles que cobran sueldos superiores al cuarto rango.
De todo este charco es probable que se salga, pero para la foto de momento, porque a dos meses de comenzar el trote juntos, fue demasiado intento de sometimiento como para que se supere con un ramo de flores y una mesa con ronda de agua y café.

Difícil perspectiva

En la actualidad, el gobernador sólo cuenta con 8 de los 16 diputados de Chubut al Frente. Más allá de que se tomó la decisión de no romper el bloque, el resto de los legisladores responden a Sastre (3), a Maderna (3) y a Alfredo Béliz (1). El lugar restante lo ocupa la exintendenta de Rawson, Roxana Artero, quien tiene un encono fuerte con Arcioni y analiza formar un monobloque. Según Manuel Pagliaroni, presidente de la bancada de Juntos por el Cambio, “hay una clara crisis en el frente electoral”. “Esto habla de la irresponsabilidad del Gobierno; fue una alianza que sólo tuvo fines electorales y quedó claro que el proyecto político se agotó en una elección. Hoy en Chubut explotó la cuestión financiera y también la política tras la distribución de los ministerios”, dijo.

Poca fe

Sobre el filo de la apertura de sesiones, la situación en la Legislatura es un ejemplo de cómo funcionan las cosas en Chubut. De 27 diputados, 16 son oficialistas, pero sólo 8 tienen línea directa con Arcioni, quien busca seducir a alguno de los ocho legisladores del Frente de Todos (su oposición expresa a nivel territorial) para asegurarse una mayoría en su lucha interna con Sastre.
Según analistas nacionales, esto no le será fácil. Dice Ámbito Financiero por ejemplo que “la unidad entre Sastre y Maderna, sumado al apoyo del hermano gemelo del primero desde la intendencia de Puerto Madryn, deja a Sastre bien posicionado ante un frente de crisis como el que aqueja a la provincia”. “En Chubut no hay futuro con este Gobierno”, sentencia Pagliaroni. Y agrega que “no hay posibilidad de progreso con Arcioni. Respetamos la voluntad popular, pero está claro que la desilusión en la ciudadanía se manifiesta a diario”.

Simulaciones reiteradas

El primer gesto de sastre fue tomar contacto con los legisladores y luego sentarse en el despacho de Arcioni junto a los legisladores representantes de cada bloque en Fontana 50, donde se retomó el diálogo respecto de la situación de los trabajadores legislativos y la necesidad de emitir un pago que descomprima el conflicto.
Esa reunión de ayer sucedió en consonancia con el esperado retorno a clases luego de un 2019 plagado de paros. La primera jornada no estuvo exenta de complicaciones con cese de actividades en una importante cantidad de escuelas y expresiones de impotencia y repudio desde gremios docentes y comunidades escolares. En esta compleja encrucijada Arcioni lo metió en la foto a Sastre, por supuesto en un inicio testimonial bien lejos de las complejidades estructurales, en una pequeña escuela en el Dique Ameghino. Para el 70% que no comenzó, ese acto fue otra ´pantomima´ innecesaria que no hace más que intentar mostrar un estado soberbiamente ´superado´, pero absolutamente distanciado de las bases y de la realidad. Para el entorno del gobernador que vió un comienzo con 70% de asistencia, fue el mejor lugar, neutro si se quiere ya que la comuna pertenece a un gobierno de Cambiemos, y bien alejado de posible piquete o manifestación en un día tan caro para los niños y jóvenes chubutenses, que en definitiva son el futuro de esta provincia y no terminarán nunca de entender estas evidentes ´des-inteligencias´.

Juntos en la foto

Antes de la izada de bandera simbólica, Arcioni y Sastre tuvieron la reunión anunciada en Casa de Gobierno, en Rawson. Y si bien no trascendieron los términos del diálogo, extraoficialmente se sabe que se circunscribió a los temas meramente institucionales. Pero fundamentales para poder mostrar resabios de unidad de la dupla gobernante a tres meses de asumir el gobierno. Quienes conocen en profundidad a Arcioni analizan que el comodorense no permitirá que una grieta en la cúpula le arruine el mandato, por eso tratará de subsanarla por lo menos virtualmente y aunque sea hasta el 3 de marzo. Alguna derecha dará a su vice, para quien el costo será cargar con los éxitos pero sobre todo los fracasos que se van atravesando. Un precio altísimo para un dirigente que sí puede ir por 2023 a diferencia de Arcioni, y que está lejos de las decisiones que se van tomando, por lo cual está mucho más lejos de las indeseadas consecuencias. Pero que sin embargo, para el vulgo, una vez entrado a la foto de la coyuntura permanente, es parte del paquete oficial. En tanto, la ciudadanía está cada vez más azorada con la cada vez más vilipendiada práctica política. De hecho, se han visto muchas cosas raras en las conducciones provinciales según apuntan los memoriosos que peinan canas, pero pocas veces se vio que la oposición más recalcitrante surja de la propia alianza gobernante a menos de noventa días de asumir. Una decepción que no ayuda a reconstruir participación, que es la madre de todos los remedios, dicen también. Habrá que ver…

Fuentes: NA, AF, Telam, SIP, propias