Desde el año 2007, el 18 de febrero se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger. La fecha coincide con el aniversario del nacimiento de Hans Asperger, psiquiatra austríaco que describió por primera vez el síndrome en sus investigaciones en los años 30 y 40 del siglo pasado. Él observó que algunas personas que atendía tenían dificultades significativas en sus habilidades sociales, pero no se relacionaba directamente con una discapacidad intelectual ni dificultades significativas en el desarrollo del lenguaje.
Desde el Concejo Deliberante de Puerto Madryn, el edil y sanitarista Marcelo Vaccaro destacó los esfuerzos de la Liga Asperger Chubut por visibilizar dicha condición, contemplada dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA), así como también explicó el alcance de la adhesión municipal a la Ley provincial I 663, que a su vez adhiere a la normativa nacional que busca mejorar el abordaje y la contención de personas que padecen dicho síndrome en todo el país.

Acompañar y contener

Al respecto, Vaccaro explicó la necesidad de “hacer visible la celebración del Día Internacional del Síndrome de Asperger, fecha que se conmemora a nivel internacional y tiene que ver con el nacimiento de Hans Asperger, un psiquiatra austríaco quien entre los años 1930 y 1940, dentro del espectro de pacientes que atendía podía caracterizar ciertas alteraciones o dificultades que presentaban”, las cuales “tenían que ver con la socialización y no guardaban relación con la intelectualidad y el lenguaje”.
Asimismo, el edil sostuvo que “es importante acompañar, desde la familia y las escuelas, acompañar y contener a las personas que tienen esta condición, así como también poder ir comprendiendo cada día un poco más”.

Adhesión local

En Argentina, sostuvo, “la Ley 27.517, que es la firmada en el Congreso Nacional en julio de 2019, y nuestra provincia adhiere a la misma, que establece trabajar defendiendo los derechos de las personas con Asperger”, sumando a ello que “la Municipalidad hizo lo propio al adherir a la Ley Provincial I 663, y consecuentemente a la nacional, con una Ordenanza en diciembre de 2019, que es la 11.202”.
El sanitarista detalló que “el síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo que se incluye dentro de lo que llamamos espectro autista, aunque más leve y con cuestiones muy incipientes” y ejemplificó, como algunas de las características, “problemas en la socialización con otros niños, niñas y adultos; atención fija en un tema determinado; un lenguaje repetitivo con un tema que acapara su atención y sobre lo cual están permanentemente, movimientos corporales extraños y algunos problemas para leer y escribir”, entre otros.
Por otro lado, Vaccaro saludó “a quienes integran la Liga de Asperger de Chubut, que visibiliza y está militando este síndrome; gracias a ellos estamos conociendo y teniendo más información, en defensa de los derechos y de poder incorporar realmente a estas personas a la sociedad” y remarcó que “queremos visibilizar esta cuestión”.

“Soy parte de este mundo”

Desde la Liga Asperger Chubut, sus representantes, Gabriel Heredia y Enzo Cayunao, señalaron que “es una obligación de todos reconocer que las personas con síndrome de Asperger y otros TEA (Trastornos del Espectro Autista) pueden y deben ejercer y defender sus derechos de manera activa, proporcionándose para ello los mecanismos, recursos y apoyos necesarios que favorezcan su acceso y participación social así como el fomento efectivo de su autodeterminación como ciudadanos de pleno derecho”.

Diferencias con el autismo

En base a la descripción de ambos trastornos se llega a la conclusión de que ambos son muy parecidos, no obstante, existen diferencias como por ejemplo, que el autismo se manifiesta de forma evidente durante los 3 primeros años de vida del niño, sin embargo el Síndrome de Asperger no es tan evidente puesto que la capacidad intelectual de un niño con Asperger puede ser superior a la media.
También, los niños con autismo tienen problemas con el lenguaje, sin embargo, los que padecen Asperger tienen un gran vocabulario y hablan perfectamente, y en cuanto al movimiento los niños con autismo suelen mover las manos como en un aleteo o balancearse, mientras que los niños con Asperger no tienen esos problemas, pero pueden tener falta de coordinación.