Por Trivia Demir

El carnaval avanza sin pena pero también sin gloria en la vastedad chubutana. Políticamente hablando los frontoneos pararon al ritmo escaso de la samba carioca, como una necesaria tregua de fin de semana largo. Sin embargo, en las profundidades de la gobernanza el fuego sigue corriendo por las raíces.
Este fin de semana el centro de atención oficial otra vez estuvo puesto en Comodoro Rivadavia, producto de un felíz motivo: el 119 aniversario de la Capital del Petróleo. En ese marco, todo el engranaje del gobierno se desplazó a la localidad y se cuidó de mostrar un tándem de poder entre el gobernador Mariano Arcioni y el intendente Juan Pablo Luque, casi hasta coparle el acto.
Desde allí, Arcioni labró un relato discursivo que no pasó desapercibido con mensajes para varios. Habló de ´los gestos´ que hay que tener en épocas difíciles y se paró del otro lado de ´los que tienen las valijas listas para irse´. La foto que enmarcó su mensaje entre líneas trató de mostrar a la totalidad (menos algunos) de los intendentes y jefes comunales que estuvieron presentes, además de funcionarios nacionales, destacando ´su apoyo´. Algo que en otras circunstancias se debería descartar, pero que a dos meses de haber asumido parece una necesidad casi cotidiana de refrendar que muestra el escribano. ¿El motivo?, sencillo. El poder territorial no está consolidado. La alianza que ganó el gobierno provincial está más partida que nunca, el PJ Chubut no lo reconoce como propio y en Buenos Aires lo miran de reojo, excepto que esté parado al lado de Sergio Massa.
Con ese escenario, es normal que Arcioni se inquiete y tire mensajes para todos lados, mostrando además que el pivote de poder es y será Comodoro Rivadavia.

Todos juegan a ganadores

A la par, el juego del internismo no dejó de zarandearse. Mientras Arcioni trataba de mostrar un escenario de poder, “futuro y esperanza”, como dijo en su discurso, el mismo día, un prestigioso medio bonaerense plantó un título por lo menos doloroso: “La Rosada le suelta la mano a Arcioni y prepara un sucesor para Chubut” (Ver https://www.cronista.com/economiapolitica/La-Rosada-le-suelta-la-mano-a-Arcioni-y-prepara-a-un-sucesor-para-Chubut-20200223-0019.html )
Esta extraña afirmación del diario Cronista, generó mucho ruido en dos frentes políticos chubutenses. Por un lado en el arcionismo, que sintió el golpe de tener que escuchar hablar de ´sustituto´ a 60 días de mandato, y por otro sobre el propio sastrismo, ya que lo que postula la nota es un escenario a 2023 con un presunto ´bendecido´ nacional que sería el intendente comodorense, Juan Pablo Luque. Evidentemente el artículo que alarma por un supuesto desenlace inmediato, pero en realidad ensaya un escenario a cuatro años, es a todas luces un encriptado con letra del único actor que no había entrado en juego concreto hasta ahora: el peronismo provincial.
Si los datos no fallan, los ´compañeros´ sacan una cuenta cortita: esta alianza ya calcinó varias naves y mostró hilachas en menos de lo que canta un gallo. Lo más que tuvo para decir el fin de semana Arcioni fue un mensaje para los que no estaban, y entre ellos el más notable sigue siendo el viceintendente Ricardo Sastre. Lo demás fue un conteo ralo de obras de infraestructura largamente adeudadas y poco avanzadas. Y la alegría fue toda brasilera, porque haber pagado el segundo rango y el gatillo, ni siquiera le permitió destrabar el conflicto docente y mucho menos con los demás agentes públicos. Un candombe que retornará mañana mismo.

Paso a paso

Si un dato emergió en el relato de Arcioni fue la necesidad de remarcar que ´se avanza´, que ´el estado no está parado en Comodoro (sic)…´, al relatar las obras que se ejecutarán. Esta constante se matizó con la idea de ir ´paso a paso´.
La connotación no fue menor. Hizo alusión precisamente a una imagen, que para la semiótica discursiva es un todo, donde el contenido, la forma y la intención son convergentes. Sencillamente porque la imagen, en este caso del paso, lleva las huellas del contexto en que se produce y donde se trabaja para insertar una afirmación en el imaginario colectivo. Arcioni necesita instalar la idea que va dando pasos, aunque se apequeños, pero que se avanza. Tanto es así que estrenó un nuevo logo de gestión que es precisamente una huella.

Las interpretaciones y la polémica

La imagen de una enorme huella de calzado se acompañó con el slogan «Un paso más», casi como un rezo que ensaya la campaña de difusión que acompaña cada acto de gobierno de Arcioni. Y si bien, la frase en sí no generó tanto ruido, sí lo hizo precisamente esa imagen que fue cobrando un rechazo generalizado.
Es que para una gran mayoría que trató de interpretar los excesos de creatividad, se mire desde donde se mire, lo que pretende ser una huella en la provincia, más parece un enorme «pisotón», donde el mapa de Chubut aparece minúsculo debajo de ese desproporcionado rastro. ¿Quién es el gigante que camina por sobre…? Y para colmo, parece no cualquier pie, sino el izquierdo, con todas las connotaciones cabalísticas que eso trae..(Ver https://www.consellopatagonico.com/noticia/10371/Polemica-por-el-nuevo-logo-del-gobierno-Chubut-pisoteado)
En fin, si el objetivo era definir una imagen para la gestión, la verdad se logró: un logo con final abierto, como la gestión.

Dime donde andas, y te diré si camina

En todo caso, una huella es “una marca que queda en la superficie de un terreno sobre el que se ejerce presión”, dicen los mataburros. Para los investigadores criminalísticos, la huella plantar es necesaria para saber casi todo del sujeto, porque muestra hasta “una correlación directa entre el estado de la anatomía del binomio pie-tobillo con las articulaciones adyacentes de rodilla y cadera, y hasta una cara predisposición a ciertas patologías, especialmente por sobrecarga”. Para mis vecinas, que no son tan científicas, por el tamaño de una huella o del pie se puede ir mucho más lejos, incluso hasta una predicción no sólo sobre la dotación, sino hasta de la sexualidad del amigo.
Pero en política es a veces mucho más simple todo. Y si usted me pregunta a mí, le digo que La Huella también es el parador más top de Punta del Este donde ´se corta el bacalao´ realmente. En aquel recoleto espacio de José Ignacio se casó la hija de Nicky Caputo y Macri fue uno de los invitados de lujo, oportunidad en que confluyeron varios convidados de privilegio y hubo más que ramos tirados al aire. El sitio además vio pasar otros selectos caminadores de mundo que van dejando su huella y que no son cualquiera, sino verdaderos ´pie grande´. A propósito, allí también la huella, pero de un pie descalzo, es su logo. Pura coincidencia nomás. Habrá que ver…