Puentes, ensanche de rutas, repavimentaciones, autopistas, rotondas, accesos a localidades, defensas hídricas u obras menores son parte del menú de trabajos que en algunos casos tienen fecha de inicio de obra en 2010 u 2011 y que en su gran mayoría se cortaron en 2018. En una situación que parece escapar a la lógica binaria de “la grieta”, algunas fueron iniciadas y detenidas durante las presidencias de Cristina Fernández de Kirchner, otras iniciadas en la gestión de la ex presidenta y paradas en el gobierno de Mauricio Macri, y otro grupo iniciadas y frenadas en los últimos cuatro años. El parate se da en provincias gobernadas por el peronismo y también en las de administraciones radicales, por lo cual se descarta la especulación política que pudiera intentarse.
Los argumentos de inacción son variados. Oscilan entre las sospechas de corrupción, la falta de fondos, cruces entre las direcciones provinciales de Vialidad y la nacional, redeterminaciones de precios, cambios en los contratos, proyectos “defectuosos” y los consiguientes cruces entre funcionarios públicos.
Lo cierto es que las obras paralizadas arrastran consecuencias que van desde la inseguridad vial hasta las demoras y gastos de dinero extra en combustible para rodear caminos a medio hacer que se tornan intransitables. Y además, calculan que puede haber un alto costo en retomar esos trabajos, que de por sí están a la espera de la negociación con los bonistas y el Fondo Monetario Internacional (FMI), para saber con qué recursos tendrá la Dirección Nacional de Vialidad (DNV).

Relevamiento nacional

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Del extenso mapa de trabajos pendientes que expone más de 70 grandes obras de infraestructura de comunicaciones inconclusas en todo el país, de acuerdo a un informe de Pedro Gianello*, en Patagonia, Chubut y Río Negro son las dos provincias que acumulan en la actualidad mayor cantidad de rutas imprescindibles frenadas.
En total son 17 las provincias que tienen obras inconclusas por parte de Vialidad Nacional y en la mayoría de los casos cuyos trazados están peligrosamente habilitados para la circulación vehicular, sin que nadie se responsabilice de manera directa por los numerosísimos accidentes que se vienen produciendo en el lapso de irregularidad que llevan funcionando.
En números, la provincia de Buenos Aires lidera el ranking de obras paralizadas con 16, en Santa Fe hay 9, Mendoza 6, en de Río Negro, Entre Ríos y Córdoba les siguen con 5, Chubut y La Rioja se ubican en el quinto lugar de la lamentable tabla con 4 grandes obras paradas, mientras exponen Formosa, Salta y Tucumán 3, Misiones, Corrientes y Neuquén 2, y tienen una sólo obra paralizada cada una, las provincias de San Juan, Jujuy y Santa Cruz.

Chubut, postergada

En nuestra provincia hay cuatro principales obras postergadas, en kilómetros figuran como pendientes 93 kilómetros y el saldo vigente es de $1.954 millones, registrando un avance apenas del 31% y 3324 días de obra acumulados.
De las cuatro obras nacionales en Chubut que figuran como pendientes, la principal es en entorno a la Ruta Nacional 3, la histórica “doble trocha Madryn-Trelew” donde al igual que en La Rioja también figura entre las empresas adjudicadas la perteneciente al empresario Lázaro Báez, detenido con prisión preventiva. En el caso de los intentos fallidos para continuar con la doble trocha, cabe recordar que en marzo de 2018 se le adjudicaron a CN Sapag los trabajos, una aventura que duró menos de dos años con mínimo avance y abandono de obra en estado deplorable para la transitabilidad.
Sólo entre el 18 de diciembre de 2019 y el 18 de febrero de 2020 se registraron en la doble trocha Madryn- Trelew, ocho accidentes graves con más de doce personas heridas y una víctima fatal. A razón de un vuelco o choque cada siete días en un tramo de ruta que concentra tanto el tránsito pesado de obligado que va y viene hacia el sur del país con abastecimientos por camiones, como de la permanente circulación de vecinos que tramitan o trabajan en el Valle y por supuesto de turismo que frecuenta la zona. Un tristísimo promedio que no se atempera además desde hace más de trece años, cuando comenzó el mega proyecto aún en ´veremos´, con la consiguiente consecuencia en víctimas fatales e impacto en historia de vidas, pérdida de salud y materiales por las que el Estado por supuesto no responde.

Otras obras postergadas

En Chubut, entre las grandes obras pendientes también está la estabilización del cerro Chenque, iniciada en diciembre de 2011 y con un avance del 82%, hasta abril de 2018, cuando terminó la obra. Además, entre noviembre de 2018 y noviembre de 2019 avanzó sólo un 23% la “conservación” de 27 kilómetros de la Ruta Nacional 25, la única pavimentada que en la Patagonia que une la costa con las montañas.
Otro de los trabajos estratégicos por tratarse del único paso terrestre costero que une toda la Patagonia sur con el resto del país, sigue pendiente en RN 3 la construcción del Puente sobre Arroyo Verde y sus respectivos accesos. La obra es de apenas 1 Km y el saldo vigente de $ 46.496.322
Se inició en julio de 2017 y el último avance registrado fue en diciembre de ese año, quedando la obra con un 7% de concreción y registrando ya 28 meses parada.

Caminos vinculados

Respecto a obras vinculadas por tratarse de nuestros vecinos inmediatos, en Río Negro, aparecen paradas obras en distintos tramos la Ruta Nacional 23, el segundo camino que el país podrá tener pavimentado en la Patagonia, del mar a la Cordillera de los Andes. En marzo y noviembre de 2018, dos sectores quedaron al 100% y al 89%, con una deuda de $ 315 millones. Son los que van de Maquinchao a Ingeniero Jacobacci y de Jacobacci a Comallo.
Y también la obra en la Ruta Nacional 22, por la que sale la producción de la fruta en el Alto Valle de Río Negro. Iniciada en febrero de 2012, el último certificado del tramo Chichinales Cipolletti, de 22 kilómetros quedó al 25%.

* “Rutas argentinas: una por una, las más de 70 obras frenadas en todo el país”. https://www.clarin.com/zonales/rutas-argentinas-70-obras-frenadas-pais_0_EwXIXzu8.html