Por Trivia Demir

Mientras la semana se acortó notablemente por el feriado de carnaval, no sucedió lo mismo con los problemas públicos. Muchos de los cuáles ya rayan en los protocolos psicológicos por las constantes repetidas que evidencian. Para los profesionales de la ´sesera´, postergar las cosas es parecido a procrastinar. Aunque el concepto de procrastinación es mucho más apropiado a nuestros males territoriales, ya que conlleva en su propia definición ´una demora absurda´. No es posponer por que tenga sentido en cierto contexto, es hacerlo irracionalmente, saboteando los intereses. En ese marco, es que dicen los que saben, que la persona que vive obsesionada por concluir cualquier tarea a la primera oportunidad o de cualquier manera, puede ser tan disfuncional como aquel que lo deja todo para el último momento: ni el uno ni el otro planifica con inteligencia. Y como se sabe, gobernar es por sobre todas las cosas, planificar.
Por lo que hoy retomamos la realidad chubutense en la peor de sus postergaciones: con una negociación con docentes, agentes públicos y empleados judiciales interrumpida por condiciones de negociaciones inaceptables. Y en esas condiciones, un Estado parado aunque no guste el término para los ´andantes´ del marketing.

Crisis de fe

Es que pese a los ruegos y luego a las amenazas del Gobernador, las propuestas de cancelación de deudas no conformaron como tampoco el nivel de confianza considerada de ´pies de arena´.
Tanto Atech, los privados y UDA consideran que no están dadas las condiciones y por eso hoy inician su paro por 72 horas, en coincidencia con el inicio del ciclo previsto por el gobierno, quien de este modo volverá a quedar expuesto ante el Gobierno nacional.
En su desesperación, en las últimas horas Mariano Arcioni -a través del secretario de Trabajo, Cristian Ayala- dictó la conciliación obligatoria, pretendiendo obligar a los gremios a sentarse en una mesa para intentar llegar a un acuerdo. La respuesta no tardó en llegar y el gremio con mayor representatividad de docentes, Atech, desconoció el llamado. Esto terminó de irritar a funcionarios del Gobierno provincial, y el secretario de Trabajo ratificó que analizan medidas drásticas, como el descuento de haberes e incluso quitarles la personería gremial a los sindicatos, lo cual no haría más que profundizar la grieta.

Posiciones atrancadas

Esta vez, los docentes encontraron el respaldo casi unánime de los directivos y supervisores que recordaron que ellos también padecen los mismos problemas que los docentes que reclaman, como son cobrar fuera de término; no tener una obra social que funcione regularmente y asistir a trabajar a establecimientos en los cuales se corren serios riesgos físicos. De hecho, en Comodoro dos escuelas que debieron estar habilitadas el pasado fin de semana no lo estuvieron: la 154 y la 188.
Ayala explicó que en caso de declarar la ilegalidad de la medida de fuerza, “tendremos que pedir la intervención del Ministerio de Trabajo de la Nación”, pero además, no descartó “ir a la Justicia”, un tema que no sería ningún ´cuco´ por ahora, ya que también está de paro por no haber cobrado aún los haberes de enero. Entre otras cosas, los empleados saben que si dos rangos cobrarán sus sueldos de enero en marzo, ni hablar los de febrero. Sobre todo porque pese a la poca información oficial que circula, ya se sabe que este mes entrante vencen compromisos de deudas por otros 860 millones de pesos y ya no hay demasiada financiación en el mercado a la que apelar.

Siempre por el lateral

Pero al caldero económico, financiero y social que tiene el gobernador en manos, se le suma el recetario político equivocado. Este fin de semana, a sabiendas que la conflictividad no había aflojado se ocupó de juntar voluntades para avalar su posición en lugar de convocar para escuchar otras opciones. Fue otra vez en un modo fotográfico, donde sentó a intendentes y jefes comunales para arengar en una línea de conducción que la mayoría desconoce o por lo menos no visualiza con claridad. Y así lo manifestó más de uno, off de record. El escribano por su parte continúa razonando desde el tapper de las individualidades, y así lo dejó entrever su relato: “este acompañamiento es histórico por la presencia de todos ustedes. La crisis que estamos viviendo es económica y financiera pero nunca debe ser política. Sacar a la provincia adelante todos juntos es un concepto sentido, estamos realmente convencidos de que tiene que ser así». (…) “en ésta mesa están sentados intendentes de diferentes partidos que pensaron en el bienestar de sus vecinos como principal objetivo”, al tiempo que reconoció la necesidad de gestionar en conjunto e inclusive sumando a una oposición “constructiva”. Algo parecido a decir ´sumisa, alineada y silenciosa´.
De hecho en el mini cónclave el único intendente de peso específico, fue Juan Pablo Luque. Porque los demás eran referentes de una veintena de localidades periféricas que poco pueden sacar el pie del plato de Fontana 50 en términos de autonomía política y financiera. Y por supuesto no estaban en esa mesa los intendentes de Esquel, Puerto Madryn, Trelew y otras tantas localidades que no piensan igual. Nudo gordiano si se quiere del entrevero político que realmente tiene el comodorense, que para algunos, más allá de los esfuerzos participativos al gauchaje, gobierna casi exclusivamente para la polis independiente de Rivadavia, casa de playa de una de las ´siete hermanas´.

Reunión con Sastre

Así las cosas, terminados los feriados y los corsos, hoy se produciría el retome de los conflictos en serio, si otra vez nos e produce un ataque de procrastinación política. Y si bien no se confirmó ayer la agenda oficial del mandatario, tampoco se descartó la reunión anunciada para hoy por el propio Mariano Arcioni con su vice Ricardo Sastre, entre otras cosas para abordar la apertura de sesiones ordinarias legislativas, acto sustentado en el tradicional discurso de planificación de gestión anual que suele presentar cada gobernador. Acto además para el que queda apenas una semana, poco y nada para prometer que no se haya intentado, poco y nada para mostrar en dos meses de gobierno, y en términos políticos, como diría el viejo dicho popular “y el pescado sin vender”.

¿Cuál es la carta ganadora?

Para quienes miran por arriba el complejo escenario provincial, la situación de Arcioni parece muy similar a la de Martín Buzzi, donde no logró hacer pie de gestión hasta que el PJ no le colonizó los principales espacios de decisiones y negocios. Y vaya que el engendro de ´gobernabilidad´ tuvo costo caro. No en vano aún en estos días continuaba desfilando por los Tribunales el exgobernador. A eso parece resistirse el escribano que temería en la figura de sus aliados electorales un exceso de intención de participación.
Para quienes dialogan con el despacho más amplio de Fontana 50, la gran fortaleza que muchos resisten por sentirla como soberbia de Arcioni, estaría atada a las certezas que le da su padrino político y amigo entrañable, Sergio Massa. Hoy por hoy figura clave en el armado nacional.
Massa afianzó su relación con el Presidente y, a la vez, su rol como presidente de la Cámara de Diputados. Consiguió tener una excelente relación con el diputado Máximo Kirchner, el jefe del bloque oficialista y el principal operador político del kirchnerismo. También el tigrense habla con la vicepresidenta Cristina Kirchner cuando necesitan acordar algún y se maneja con fluidez con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. El mismo que quiere sentarse en la mesa de la OFEPHI.
Además de tener ministros amigos, 14 diputados nacionales y 25 diputados provinciales propios, y a su esposa y dirigente Malena Galmarini al frente de la poderosa empresa pública Aysa, Massa logró ubicar en distintas áreas a funcionarios que le responden. Si bien no son cargos de gran exposición, son nueve directores en organismos importan por lo que significan: en el área de trenes, rutas y telecomunicaciones. En el Enacom, Cladio Ambrosini, histórico hombre de Massa; Javier Osuna en Aubasa (empresa pública bonaerense para autopistas); Martín Marinucci, presidente de Trenes Argentinos; Ricardo Lissalde en ADIF, que es la administradora de infraestructuras ferroviarias; Damián Contreras en Desarrollo Capital Humano Ferroviario (Dechaf), Franco La Porta al frente de la Administración General de Puertos Sociedad del Estado (AGP); José Ramón Arteaga en la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT); Mónica Litza como directora del Correo Argentino, y Diana Saiegh, en el Fondo Nacional de la Artes. Y José Ignacio de Mendiguren al frente del BICE, Banco de Inversión y Comercio Exterior.

Y si bien no va a la quinta de Olivos, Massa tiene contacto permanente con Alberto Fernández, a quien apuesta a mostrarle nuevos éxitos parlamentarios en sociedad política con Máximo K.
Por estos días de hecho, se vienen varios proyectos importantes que quiere aprobar el Presidente: el fin de los privilegios en las jubilaciones de jueces y embajadores es la primera, la creación del Consejo Económico y Social y la ley de hidrocarburos son las otras.
En ese marco, Massa ya empezó algunas gestiones por la ley de hidrocarburos, en la que ya se anticipa una nueva negociación con la oposición. El jueves se reunió con el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, y coincidieron con la necesidad de que haya una nueva norma para el sector. En Chubut, el tigrense no tiene tanta necesidad de protocolos, porque está en el día a día de la provincia a través de Arcioni. En el proyecto que el Presidente enviará en los próximos días al Congreso ya trabajan Guillermo Nielsen, titular de YPF; el ministro de Desarrollo, Matías Kulfas y el secretario de Energía, Sergio Lanziani.
Por su parte, dicen que en breve, Massa en su carácter de presidente de la Cámara de Diputados empezará a recorrer las provincias para hablar con los gobernadores y abrir la Cámara baja a las legislaturas provinciales. Habrá que ver…

Fuentes: NA, LPO, C, AF, propias