El titular del Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas (IPCSH) del CCT Conicet-Cenpat y miembro del grupo CyTA (Ciencia y Técnica Argentina), Rolando González José, analizó el “impacto positivo” que tendrá en términos locales el anuncio de la titular del organismo de investigación nacional, Ana Franchi, respecto del incremento en los ingresantes a la carrera de investigador; la cifra ascenderá a 800, casi el doble de lo previsto años anteriores.
También, reconoció que durante los últimos cuatro años hubo una evidente “fuga de cerebros” pero advirtió que la misma “no fue cuantificada” por la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación, por entonces a cargo de Lino Barañao, y confirmó que “se está haciendo un relevamiento para determinar dónde estás esos chicos y chicas jóvenes que, con una formación doctoral en algunas ocasiones realizada en el exterior, debieron elegir otro rumbo”.

Duplicados

Al respecto, González José sostuvo que la decisión “impactará de distintas maneras; en lo que se refiere a los investigadores, el lunes se anunció un aumento del cupo para el ingreso de los mismos, que ascenderá a 800, es decir, casi el doble que el año pasado” y advirtió que “aún no sabemos cómo impactará de manera directa en el Cenpat, ya que ahora hay que tomar el listado de Orden de Mérito de las convocatorias en curso, vinculadas a múltiples comisiones, y lo que va a ocurrir es que el umbral para entrar disminuirá un poco, por lo que entrarán más investigadores, pero hasta ochocientos”.

Relación directa

En esta línea, explicó que “todavía no es certero dónde ingresará esa gente y aún no lo podemos pronosticar, ya que depende de la posición en la que hayan quedado en las listas de Orden de Mérito; lo sabremos en breve, pero sin duda impactará positivamente” y remarcó que “hay que tener en cuenta que la evaluación del Conicet abarca múltiples comisiones de distintas disciplinas y convocatorias para el ingreso a la carrera (de Investigador)”.
Consultado sobre los profesionales que, durante los últimos años, no pudieron ingresar a la carrera de Investigador en el Cenpat, el titular del IPCSH detalló que “en las últimas convocatorias se proyectaba alrededor de 2.500 personas en todo el país para 450 ingresos; ese mismo cociente se debe haber producido en el Cenpat, por lo que sin dudas la decisión actual tendrá un efecto positivo”.

Una larga lista de pendientes

En el mismo sentido, recalcó que “esa misma relación de gente que se postula con gente que ingresa se refleja en el CCT” y aclaró que “también está la cuestión referida al ingreso de los técnicos, un tema muy interesante porque es un escalafón del cual se habla poco pero que es súper importante, tal como lo remarcó recientemente la presidenta del Conicet en rueda de prensa (por Ana Franchi), quien sostuvo que el personal de apoyo cumple funciones muy importantes en los laboratorios y en el funcionamiento general de nuestra estructura y de la actividad científica; el Cenpat tiene una larga lista de pedidos que ha elevado al Conicet durante estos últimos cuatro años, en los cuales nos han dado técnicos a cuentagotas; en nuestro caso, hay una planta de personal de apoyo relativamente ‘envejecida’, es decir que hay compañeras y compañeras que se acogieron a la jubilación y que luego no fueron renovados”.

El rol del personal de apoyo

“Esto último”, continuó, “en estos últimos cuatro años de macrismo produjo que se desarmen equipos muy importantes, entre ellos administrativos y de mantenimiento de laboratorios, por mencionar algunos”.
En líneas generales, “la tendencia a cubrir cargos administrativos apunta a otra modalidad sobre la cual todavía no ha habido anuncios, que es el artículo 9 del Sistema Nacional de Empleo Público (SINEP)”.
Este último establece que “el personal comprendido bajo el régimen de estabilidad ingresa y progresa en los diferentes grados, tramos, niveles y agrupamientos así como por su acceso a las funciones de jefatura, de conformidad con el régimen de carrera previsto en el presente Convenio, como resultado del nivel de idoneidad, formación académica y rendimiento laboral que alcance”, entre otros postulados.
“Algunos profesionales de apoyo, por el tipo de trabajo que realizan, por ejemplo el ligado a la vinculación tecnológica, pueden llegar a entrar como personal de apoyo”, señaló González José.

Reparación a becarios

Por otra parte, el investigador analizó el abordaje del área de Ciencia y Tecnología a partir del nuevo Gobierno Nacional y comentó que “recientemente escuchaba a un colega decir que ‘se está haciendo lo que se dijo en campaña que se iba a hacer’, y eso tiene que ver con empezar por los eslabones más débiles de la cadena”, sumando a ello que “el primer anuncio importante fue el aumento salarial, es decir del estipendio, a los becarios, que estaban en la línea de pobreza”.
A ello, agregó que “también hubo una reparación del personal administrativo; se empezó por el costado más sensible del sistema, tal como se lo veía al 10 de diciembre de 2019; hay una gran cantidad de becarios que están terminando su doctorado, haciendo ciencia con mucha calidad y que están por debajo de la línea de pobreza, que es donde Nación puso el acento”.

Fuga de cerebros “no cuantificada”

Asimismo, destacó que “hay una suerte de ‘reparación histórica’ para una cantidad enorme de gente que quedó muy formada y ‘bollando’ en el sistema a causa de las políticas de Macri, que apuntaron ‘a la baja’; lo primero que se hace con esa base de gente es aumentarle las posibilidades para que se quede en el país, cambiando un escenario de ‘fuga de cerebros’ en pos de fortalecer el sistema local y las capacidades profesionales”.
Finalmente, González José sostuvo que hubo una ‘fuga de cerebros’ pero que la misma “no se cuantificó”, agregando que “la anterior Secretaría de Ciencia y Tecnología (de la Nación) no cuantificó la hoja de ruta de los científicos jóvenes durante los cuatro años de gestión, y ahora se está comenzando con un relevamiento para saber dónde se encuentran esos chicos y chicas jóvenes que, al no poder ingresar al Conicet y estar formados con doctorados, algunos de ellos realizados en el exterior, debieron tomar otro rumbo; uno conoce casos aislados, pero esto hay que verlo como un ecosistema donde las condiciones generales de trabajo tienen que mejorar, no sólo en cuanto a las chances de ingresar a la carrera de Investigador; es algo que se está evaluando”.