Los objetos más veloces fabricados por el ser humano son esencialmente naves espaciales. Entre las más veloces de la historia figuran las Helios 1 y 2, las Pioneer 10 y 11, las Voyager 1 y 2, las Vega 1 y 2, la New Horizons, la Juno y la Parker. El récord del vehículo más rápido puede corresponder a naves distintas si tomamos como referencia su velocidad con respecto a la Tierra, con respecto al Sol o con respecto a otro astro al que viaje. Y también si tenemos en cuenta el tipo de maniobra (despegue, salida de la órbita, entrada en la atmósfera…) Además, como los astros también se mueven, el mérito de una velocidad alcanzada por una nave puede ser discutible.
En cualquier caso, una ganadora clara, en la categoría de velocidad con respecto al Sol, es la sonda espacial Parker, que llegó a unos 250.000 kilómetros por hora. A esta velocidad, para viajar de Madrid a Barcelona tardaríamos menos de 10 segundos, lo que mucha gente tarda en ir del dormitorio a la cocina en su casa. Muchas naves se han ido superando unas a otras en las diversas categorías de récord de máxima velocidad y se espera que en el futuro sigan cayendo récords.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que alcanzar la máxima velocidad no garantiza mantenerla durante mucho tiempo, y así numerosas naves veloces se han ralentizado poco tiempo después del récord y en un grado notable. Una de las que ha logrado mantenerse mejor es la Voyager 1, el primer objeto de fabricación humana en alcanzar el espacio interestelar. Esta nave está tan lejos y se aleja tan deprisa que ninguna de las naves existentes ni que se construyan en el futuro cercano podrá adelantarla, es decir alejarse tan rápido de nuestro planeta como para acabar superándola en distancia a él.
Por último, si aceptamos que provocar por medios artificiales la creación de una partícula subatómica merece calificar a esta como objeto originado por el ser humano, entonces el récord de velocidad indudablemente sería para estas partículas, que en los túneles de las instalaciones conocidas como aceleradores de partículas pueden ser aceleradas por medios artificiales hasta casi la velocidad de la luz. Esta es la mayor velocidad que permiten las leyes de la física. De entre todos estos «circuitos de fórmula 1 para bólidos subatómicos», el que permite la mayor velocidad es el LHC, de la organización europea CERN, el mayor laboratorio del mundo para investigación de física de partículas. (Fuente: NCYT Amazings)