FUE UNO DE LOS DESCUBRIDORES DEL CARNOTAURUS SASTREI EN CHUBUT

Falleció el paleontólogo José Bonaparte

En horas de la madrugada de este martes 18 de febrero, falleció el paleontólogo José Fernando Bonaparte, a los 91 años.
Bonaparte es reconocido internacionalmente en el área de la ciencia donde se desarrolló, inició su vocación y profesión junto a un grupo de científicos de Mercedes, al crear el Museo de Ciencias Naturales Carlos Ameghino de esa localidad en los años ’40. El paleontólogo nació en Rosario, en su niñez se radicó en Mercedes, la que dejó para desarrollar la paleontología y sus investigaciones hasta hace casi 15 años que volvió a la ciudad al retirarse. No obstante, continuó como ayudante y colaborador del museo Ameghino. Por esos años fue nombrado Ciudadano Ilustre de Mercedes.

Amo de la era Mesozoica

Bonaparte es conocido en el ámbito de la paleontología como “Amo de la era Mesozoica”, apodo con el que llamó Robert Bakker. Nació en Rosario, Argentina el 14 de junio de 1928, aunque él mismo decía que tenía un año más porque “en esa época te anotaban tarde”.
Era hijo de un marinero inmigrante italiano, y en 1947, con 9 años, fundó, junto con unos amigos, el Museo Popular Carlos Ameghino en Mercedes, con una colección de fósiles que habían encontrado en el Río Luján y en el Monte Hermoso. Muchos de esos fósiles forman parte de la colección del Museo de calle 26 y 21. Al igual que parte de la biblioteca de José que trajo consigo al volver a la ciudad y continuar investigando tras su jubilación.
Dejó la ciudad en los ’60 para investigar y trabajar en distintos proyectos. En 1978 dejó la Fundación Miguel Lillo y se trasladó a Buenos Aires, dónde se convirtió en director de la Sección de Paleontología de Vertebrados del Museo Argentino de Ciencias Naturales «Bernardino Rivadavia». Este mismo año cambió el termino Coloradia por Coloradisaurus y creó la especie Coloradisaurus brevis. También escribió un libro al que tituló «El mesozoico de América del Sur y sus tetrápodos». En 1980 creó los géneros Noasaurus leali y Saltasaurus loricatus. Entre 1980 y 1984 siguió dando clases en la Universidad de Tucumán. El mismo año que terminó de dar clases en Tucumán, describió a Argyrosaurus superbus y Kritosaurus australis.

En Inglaterra

Autodidacta, aunque apenas había finalizado la escuela primaria, sus aportes sobresalientes le permitieron trabajar en el Museo Field de Chicago, en Harvard, en Berkeley, en Inglaterra, Alemania y Canadá. Además de sus hallazgos, contribuyó con nuevos desarrollos teóricos y puso a la Argentina en el centro de la escena paleontológica internacional.
En 2016, su obra se recordó en un homenaje de la Biblioteca Sarmiento, de Mercedes, ciudad en la que se crió, pero que abandonó durante medio siglo para ir tras las huellas de algunos de los ejemplares más notables que se hayan encontrado.
De allí en más, fueron 50 años de actividad ininterrumpida (veinte de ellos, en la Universidad de Tucumán) e innumerables expediciones. Con una persistencia y determinación a toda prueba, marcó hitos en el conocimiento de la fauna que poblaba Gondwana (la masa terrestre de la que se desprendió América del Sur) hace decenas de millones de años. Entre sus discípulos se cuentan algunos de los más resonantes protagonistas de la paleontología actual, como Fernando Novas, Rodolfo Coria, Luis Chiappe, Guillermo Rougier, Leonardo Salgado y Jorge Calvo.
En una revisión publicada hace unos años por el Journal of Vertebrate Paleontology, de las 1400 especies de dinosaurios identificadas y publicadas entre 1820 y 2004 en todo el mundo, Bonaparte se ubicó como el paleontólogo vivo con más especies nombradas que siguen siendo válidas. El argentino, con un índice de validez de 0,96, superaba incluso al mediático Paul Sereno, norteamericano, que había nombrado doce especies y tenía un índice de validez de 0,92.
Quienes lo conocieron recuerdan su carácter «enojón» y afirman que dejó todo de lado en pos de la pasión que lo llevó a recorrer vastos territorios en busca de huesos sepultados durante millones de años, y le permitió realizar hallazgos impactantes, como el Carnotaurus sastrei, el primer fósil de dinosaurio con cuernos, que conservaba impresiones de su piel, en Chubut. O el Argentinosaurus huinculensis, que descubrió y describió junto con Rodolfo Coria y durante mucho tiempo fue considerado el animal más grande que hubiera pisado la Tierra. O el Herrerasaurus ischigualastensis, la única especie conocida de su género.

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