Guzmán blanqueó que quita de la deuda será más alta

El ministro de Economía, Martín Guzmán, dejó algunas señales para los acreedores de la deuda. Durante su discurso en Diputados marcó una división entre los «malos que ahora son algo menos malos» como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los «malos que siguen siendo malos» como los fondos de inversión del extranjero.
La novedad, quizás la única, fue el sendero fiscal que planteó el ministro: vuelve el gradualismo, otrora concepto vapuleado del macrismo. Equilibrio fiscal recién para el 2023, o sea el final del mandato de Alberto Fernández. Traducido para los acreedores: deberán soportar una quita superior a lo que pensaban porque la Argentina no buscará gastar menos de lo que recauda para pegarle la deuda.
Guzmán apuntó directamente contra las bonistas, quizás sobreactuando para la tribuna política o sincerando que serán éstos acreedores el «pato de la boda». «No vamos permitir que fondos de inversión extranjeros marquen la pauta de la política macroeconómica. Hay bonistas que juegan en forma cooperativa, pero hay otros que juegan otro juego», disparó el ministro, frases que despertaron aplausos entre los diputados presentes.
Los grandes tenedores de la deuda escucharon online las palabras de Guzmán. Todos coincidieron casi en forma de catarsis que el mensaje fue «muy malo» y que habrá castigo en los precios. En Manhattan se hablaba de bajas de al menos 5% para la deuda argentina a partir de este jueves cuando reabra el mercado.

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