La problemática de infraestructura que presentan varios de los establecimientos educativos de Puerto Madryn, parecería estar lejos de solucionarse, a diferencia de lo anticipado por el Gobierno Provincial días atrás.
Con las negociaciones entre los gremios y los funcionarios provinciales todavía en curso, y a menos de diez días del inicio del Ciclo Lectivo 2020, un total de 15 edificios escolares de la ciudad del Golfo exhiben mayores y menores inconvenientes que no han sido subsanados, a los que se le suma la Junta de Clasificación Docente, ubicada en la calle Bartolomé Mitre, con problemas de agua, calefacción y mobiliario.
El último relevamiento realizado por CTERA, ATECh y la CTA de los Trabajadores arrojó alrededor de un centenar de problemas, que varían desde calderas fuera de funcionamiento hasta paredes agrietadas y baños inhabilitados.

Obras internas y externas pendientes

Según información a la que tuvo acceso El Diario, la Escuela 152 (La Pampa 499), todavía presenta problemas de infraestructura tanto en el interior como en el exterior y, al día de hoy “no fueron a realizar el trabajo”, según lo expresado en el informe.
Se trata de la misma escuela que, en enero de 2017, el entonces gobernador Mario Das Neves prometió ampliar a partir de una inversión de 4 millones de pesos, que incluía el arreglo del Salón de Usos Múltiples (SUM) a raíz de un incendio que afectó dicho espacio; inclusive, a mediados de noviembre de 2019, la 152 era una de las 15 escuelas calificadas como “aptas para funcionar pero con inconvenientes” a partir de un relevamiento gremial similar al actual.

Sin regulador de gas

En el caso de la Escuela 168, sita en Santa Cruz al 1.155, en septiembre pasado habían denunciado allí que parte de la escuela estaba sin calefacción, además de pérdidas de agua en baños y filtraciones en parte del techo del edificio y el SUM; ahora, el último pendiente tiene que ver con que el establecimiento “no tiene regulador de gas”, saldo que restaría para que, atentos a las eventuales bajas temperaturas, el sistema de calefacción pueda ponerse en marcha.

Calderas fuera de uso

Tal vez una de las postales más emblemáticas de la desidia en materia de infraestructura escolar y, por qué no, de planificación, fue la Escuela 222, ubicada en el corazón del barrio Presidente Perón construida sobre un cañadón por lo que el “suelo movedizo” había comenzado a producir el resquebrajamiento de paredes y techos hace poco más de dos años. Esto llevó a que distintos ministros de Educación que fueron pasando por la gestión pública comprometieran arreglos definitivos, e incluso analizaran la posibilidad de edificar una nueva escuela. De acuerdo al relevamiento actualizado a este mes, fueron solucionadas las “fisuras leves en pasillo y SUM”, así como también se reemplazó el termotanque roto.
No obstante, todavía permanece inhabilitada la Biblioteca; hay vidrios rotos en la claraboya del techo; el patio externo está hundido; “no se hizo el playón”; hay una caldera fuera de funcionamiento, lo que deja a un sector sin calefacción; baños rotos por una obra reciente en la que se perforó un caño; puertas, armarios y pizarrones a reparar y “no se puede salir al patio desde abril de 2019, ya que se debe retomar y finalizar la obra allí”, consigna el informe.

Filtraciones en la 222

A pesar de constituirse como un Anexo y estar ubicada prácticamente en el mismo predio que la 152, la Escuela de Nivel Inicial 457 presenta todavía más inconvenientes que la primera.
En este sentido, se indicó que resta “terminar de colocar relleno donde se levantó el paredón que se había derrumbado, ya que hay una zanja que no fue rellenada”, “terminar de colocar la estructura metálica al ingreso (toldo) que también se derrumbó” y “revocar parte exterior del edificio”.
En el interior, están pendientes el arreglo de “grietas en zonas de ingreso y en algunas de las salas”, la colocación de “cerámicos nuevos en baños de alumnos, ya que se despegaron y están sueltos, mientras que otros están agrietados”, la colocación de “puerta de emergencia en sala verde”, la colocación del “panel del techo, del depósito, que se cayó” y, finalmente, “revocar zonas del interior por filtraciones”.

Paredes rajadas e inundaciones

Ubicado en Dorrego al 1.100, el jardín o Escuela de Nivel Inicial 461 también es uno de los edificios que mayor lista de pendientes arrastra, entre los que se contabilizan la falta de regulador de gas, la ausencia de salidas de emergencia en las salas de la parte posterior, goteras y filtraciones y “rajaduras importantes” (el relevamiento no especifica en qué sector).
Además de plantear la “necesidad con urgencia de un Salón de Usos Múltiples (SUM), el control realizado por personal de los tres gremios que nuclean a la comunidad educativa indica que “está mal hecho el desagüe del patio, por lo tanto se inunda con la lluvia”, a la vez que “el nivel del suelo es más bajo que el desagüe y el agua queda estancada cuando llueve”.
En la misma línea, el documento señala que “usan la misma red de luz, agua y gas del edificio de la Escuela 181; estos son edificios separados por una pared desde la solicitud de Camuzzi”, agregando que “tienen una llave de corte general de gas pero no funciona” y que restan arreglos en el sistema de cloacas, ya que los baños de los docentes y directivos se tapan y “hay mucho olor”.

Parada por falta de pago

En otro orden, la Escuela 480 de Nivel Inicial tampoco cuenta con regulador de gas, y al mes de febrero “falta un 20 por ciento de la finalización de obra por falta de pago, se debería haber terminado en diciembre de 2017”, indica el documento; se trata de una obra que, en septiembre de 2018, el Gobierno Provincial planeaba rescindir con el objetivo de reactivar el empleo a partir de nuevos contratos, apuntando a “resetear” obras que estaban paradas desde hace tiempo.
Dicha escuela tenía como fecha de “corte de cinta” el 17 de abril de 2018, es decir, hace casi dos años; actualmente, el SUM tiene “calefacción a medias, y en este espacio funciona la Dirección abierta”, a la vez que “la cocina funciona sin artefacto de cocina y sin pileta, (se calienta con pava eléctrica)” y “para la limpieza se utilizan las piletas de las salas”. Sumado a ello, “no hay patio exterior, no hay baños para los docentes y se comparten con los alumnos, falta matafuegos y se requiere cambiar el tanque de agua, ya que el fibrocemento es considerado material contaminante”.

Problemas de espacio

Siguiendo con la lista de obras pendientes en establecimientos de Puerto Madryn, la Escuela de Dedicación Especial 516 arrastra varios inconvenientes; según el relevamiento, muy preciso en este caso, “no hay agua en el establecimiento ya que se desbordó el tanque y se inundó el patio trasero, resta reparar el tanque y el flotante”; “el SUM está sin calefacción: el calefactor está ubicado en un lugar inadecuado y se lo debió anular; durante todo el 2019 no se pudo calefaccionar el SUM”; “no hay baño accesible para personas con movilidad reducida” y “se requiere un aula más en el edificio”.
En la misma línea, la lista arroja que “en el comedor, el espacio es muy reducido para la cocina y la mesada no es del tamaño necesario; no hay extractor”; “varias persianas están rotas, griferías rotas que pierden agua, el caño del bajo mesada (en la cocina) pierde agua y está humedeciendo el mobiliario, las mochilas del baño de los alumnos están rotas; hay grietas en los muros, filtraciones y goteras en el techo y es necesario podar el árbol de entrada que rompe el portón de ingreso al establecimiento; también, se debe cambiar las bisagras de este último”.

Humedad y filtraciones

La Escuela 528 (ex 520), que se mudó este año a Roberto Gómez al 75 fue una de las que registró el ingreso de personal técnico para realizar algunas reparaciones: “Ya arreglaron el techo, comenzaron a pintar y arreglar caloramas”, señala el informe.
Sin embargo, los problemas de infraestructura indicados apuntan a “humedad grave en gran parte del edificio”, “paredes rajadas y revoques descascaradas; grietas en paredes”, “cielorraso destrozado en el pasillo y salas”, “zócalos sueltos y faltantes”, “puerta del baño de adultos caída, otras no cierran correctamente; cerraduras de puertas rotas; picaportes faltantes”, “paneles con humedad, filtración de agua, pisos desnivelados”; “filtraciones de agua en apliques de iluminación”; “grifería de la pileta de cocina deteriorada”; “caloramas sin funcionamiento, sin perillas; no encienden”; “cocina: termo tanque pinchado y en lugar inadecuado, grifería floja, no funciona correctamente; otro termotanque que no funciona”;
“instalaciones eléctricas con tomacorrientes que no funcionan; no hay tubos fluorescentes de 100w”; “ventanas rotas”; “olor fuerte de desagüe”; “filtración de agua y humedad”; “bachas tapadas, canillas que no cierran correctamente”; “faltan tapas de inodoros y trabas en las ventanas”; “baños de adultos sin agua caliente, no cierran las puertas con mochilas rotas y faltan vidrios”; “baños de estudiantes, algunos clausurados, mochilas que se traban, no funciona el agua caliente y faltan mingitorios” y “SUM: faltan baldosas y otras están levantadas”.

Baños inhabilitados

Otros establecimientos con problemáticas más acotadas son la Escuela 520, donde “no arreglaron nada” y donde “no hay novedades del transporte escolar al día de la fecha”; la Escuela 710, ubicada en las proximidades de los Tribunales, en la que “están rotas todas las salidas de emergencia”, “en los baños no se puede tirar agua” y “las puertas no cierran”; y la 728, “que tiene el SUM inhabilitado y ocupado por diversos materiales que imposibilitan su uso”.
En la 736, el SUM está clausurado, “no hay cerco perimetral”, hay una “pérdida de agua del tanque en los baños del ala norte” y hay “falta de personal operativo, por lo que no se garantiza la limpieza durante el turno tarde”, entre otras cuestiones.
Siguiendo con la lista, a la Escuela 741 “le faltan tres matafuegos en el SUM”, tiene “problemas de cloacas” y severos problemas de pérdida de agua en los baños convencionales y aquellos destinados a personas con movilidad reducida, entre otros problemas. Incluso, “hay goteras en la pared del Aula 9”, detalla el documento.

A la buena de Dios

En la Escuela 750 “Leandro N. Alem” los trabajos en los baños de la planta alta “se realizaron hasta el 18 de diciembre”, por lo que continúan inhabilitados; por otro lado, se concretaron arreglos en los sanitarios de docentes.
No obstante, requieren una válvula de reflujo en el sistema de conexión cloacal para que no se inunden los baños de la planta baja cuando se usan los de la planta alta. Incluso, “la empresa no regresó en enero y dejó los escombros de la obra en el patio interno”, sin mencionar las roturas que persisten en varias paredes del edificio, y el estado general de deterioro que no se ha modificado en gran parte, durante los últimos tiempos.

Contenedores

Para la Escuela 7.707, ubicada en la calle Tecka, el panorama también es conflictivo, ya que algunos baños presentan problemas cloacales y de roturas, además de falta de luminarias, goteras en los techos por falta de membranas, inconvenientes en uno de los tableros eléctricos y falta de un cerco perimetral que garantice el resguardo de los estudiantes que acuden al edificio educativo.
Finalmente, la Escuela 7.726 de José Podestá al 200, inaugurada en 2015, “cuenta con cuatro aulas en el interior del edificio y tres aulas contenedores en el patio externo, donde funciona el CBM, y hasta el año pasado sexto año, teniendo que cambiar de lugar (a Dirección) ya que la capacidad de los contenedores es de 16 alumnos y sexto año presentaba matricula de 20”.

Inestabilidad del personal

Como si ello fuera poco, “en un segundo contenedor funciona la Biblioteca y en otro la sala de profesores” y “la matrícula año a año crece por lo cual se planteó la necesidad de adquirir un aula contenedor con las medidas necesarias para albergar a 25 alumnos promedio; dicho planteo se realizó por nota a Delegación Administrativa para que se gestionara desde ese lugar, dando aviso y comunicando a Supervisión de las acciones que se estaban llevando a cabo, pero durante el ciclo lectivo 2019 se presentaron inconvenientes con la continuidad de los alquileres (cuestiones ministeriales) con el dueño de los contenedores, quien a través de notas informaba llevarse los mismos por falta de pago, lo cual generaba inestabilidad laboral, escolar en todo el personal que compone el colegio”, indica el documento.

Auditarán a las escuelas privadas de Chubut

Desde el Ministerio de Educación anunciaron que en las próximas 48 horas transferirá 65 millones de pesos a las escuelas de gestión privada en concepto del subsidio, que reciben para afrontar el pago de los salarios de su cuerpo docente.
“Los establecimientos de gestión privada tienen que tener en cuenta que no existe relación laboral del Estado con sus docentes; la relación laboral es de cada escuela. Lo que la provincia hace es brindar un subsidio con fondos provinciales, pero los responsables como empleadores son ellos y son quienes deben dar respuesta al pago del salario”, dijo esta mañana el ministro Andrés Meiszner.
En tal sentido, el funcionario sostuvo que “las escuelas públicas de gestión privada tienen una matrícula muy importante y cobran onerosas cuotas mensuales. Pese a eso, reciben un subsidio del Estado Provincial. Algún error administrativo deben tener para no poder afrontar el pago de salarios cuando cientos de familias pagan una cuota mensual. No obstante esta situación, en las próximas horas giraremos $ 65 millones del subsidio mensual”, abundó.
“Desde la Dirección General de Educación Privada vamos a propiciar una auditoría en todas las escuelas para contar con información actualizada y fidedigna de cantidad de estudiantes, docentes, auxiliares y poner blanco sobre negro el subsidio mensual que recibe cada establecimiento”, indicó.