ALBERTO DESIGNÓ A ALFONSÍN COMO EMBAJADOR EN ESPAÑA Y YA HABLAN DE OTRA CONCERTACIÓN PLURAL. EL OBJETIVO SERÍA CONSOLIDAR A LA UCR COMO ´OPOSICIÓN´ ALIADA, Y SACAR DE JUEGO AL PRO. LA BICAMERAL QUE INVESTIGARÁ LA DEUDA DE MACRI IBA A SER ACTIVADA EN MARZO POR EL OFICIALISMO, Y SE LES ANTICIPARON LOS PROPIOS RADICALES

Nuevos socios y todos juntos

Por Trivia Demir

Si alguna vez existieron dudas que Cristina no perdió el gobierno en 2015, sino que cedió un turno para que alguien tome deuda afuera con la simple estrategia de bendecir a Scioli como candidato, hay cada vez más indicios de un posible entendimiento macro real. La irrealidad de la grieta, la disolución de la tercera vía al final de cuatro años de pseuda oposición y la sumatoria sorpresiva de Todos de gente que había jurado y perjurado nunca más comulgar con el kirchnerismo, abonan una mirada conspirativa hasta necesaria. Ni hablar de la genialidad de lograr un ´presidenciable´ que se transformara en el post kirchnerismo sin dolor que fuera terminando la disolución del partidismo en Argentina.
Bueno, con el derribe de bastiones históricos, Alberto Fernández va cumpliendo todos y cada una de estas tareas, terminando de devorar cualquier tipo de disidencia opositora. Ayer dio un paso clave en ese sentido al conocerse que designará a Ricardo Alfonsín como embajador en España, con lo que apuesta a dividir a los radicales, en una búsqueda por ampliar la coalición oficialista a sectores de la UCR que no comulgan con el macrismo.
Fue cuando el Gobierno argentino apuró la oficialización de Alfonsín en medio de la gira de Alberto en Madrid. El anuncio se lo hizo el argentino al presidente español, Pedro Sánchez, en el Palacio de la Moncloa. Luego de ese encuentro, Alberto fue recibido por primera vez por el rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela.
En realidad dicen que Alberto ya venía negociando en persona con Alfonsín, que sonaba en un principio para la Oficina Anticorrupción y, según confirmaron en el Ejecutivo, lo llamó anoche desde Europa para cerrar la incorporación.
Alfonsín fue uno de los radicales más críticos con el gobierno de Mauricio Macri y el año pasado lideró a un sector de la UCR que buscaba quitarle el apoyo a la reelección del ex presidente. Esa revuelta tuvo su apogeo cuando Macri fue insultado en la Convención radical de Parque Norte.

Cumpliendo el plan

El plan original de Néstor y Cristina Kirchner en 2007 fue crear la Concertación Plural por la que un sector de la UCR se sumó al Frente para la Victoria. Ese acuerdo, que culminó con Julio Cobos como vicepresidente, fue muy recordado este martes en el Ejecutivo.

Voces necesarias

Además de ampliar la base de la coalición oficialista, el plan apunta a dividir a la UCR. De hecho, los principales referentes del partido salieron a despegarse: «El cargo de Ricardo Alfonsin como embajador en España es una decisión personal y nada tiene que ver el radicalismo en ello», tuiteó el presidente de la UCR, Alfredo Cornejo.
El presidente del bloque radical y del interbloque de Cambiemos en el Senado, Luis Naidenoff, imitó el mensaje de Cornejo y le agregó un dardo para Ricardito: «Nada más lejos de los valores y principios que pregonó Raúl Alfonsín que formar parte de un gobierno que tiene marcado a fuego el ADN del kirchnerismo», disparó el formoseño.
Un sector de la UCR incluso ya salió a pedir la expulsión de Ricardito del partido centenario: «Ricardo Alfonsín, el tiempo termina justificando todas tus posiciones políticas. De confirmarse, como presidente de la Juventud Radical de Buenos Aires voy a pedir formalmente tu expulsión de la UCR. Basta de tergiversar con un apellido las posiciones de la UCR», tuiteó el presidente de la juventud radical bonaerense, Martín Borrazas.
Por parte de Alfonsín no hubo reacción, pero el hijo del histórico dirigente nacional, ya demostró que está muy por encima de sus pares partidarios y con una mirada para delante de la política unipoder que maneja el país desde hace un buen rato. De hecho la última desavenencia fue hace menos de quince días, luego del papelón público con otro capítulo denigrante para la historia democrática del radicalismo, donde diputados nacionales de la UCR presentaron un proyecto para que el Poder Ejecutivo deniegue el trámite de solicitud de refugio al ex presidente de Bolivia Evo Morales, derrocado por un golpe de Estado. Los firmantes del proyecto fueron precisamente Alfredo Cornejo, el chubutense Gustavo Menna, Luis Petri, Mario Arce, Federico Zamarbide y Estela Regido. Con esto Alfonsín reaccionó y empezó a entender en profundidad la tergiversación ideológica real que viene sufriendo ese sector.
Sin embargo, para muchos este petardeo no es más que disparos de salvas en un escenario donde efectivamente en los hechos, los radicales vienen acompañando más intensamente a Alberto que lo hicieron con su mezquino socio de Cambiemos, Mauricio Macri.
La aprobación y acompañamiento legislativo a la “Ley Guzmán” con entusiasmo patriótico, es el más reciente y mejor ejemplo de esto.

Radicales van por los macristas

Como para rematar esta línea asociativa clarísima, hoy el propio oficialismo le deja a la UCR el rol efectivo de oposición. Después de todo, para los observadores finos ´ya son d ela familia´. Ese espacio se lo va concediendo el propio gobierno. Por ejemplo esta semana sonó que Todos amenaza con investigar la deuda que dejó Macri, y generó un cruce con la UCR que comienza a ocupar el sitial de oposición con temas de tratamiento ya acordados y que mantendrán bien entretenida a la audiencia masiva.
De hecho, afirman que el Congreso dedicará parte del año a analizar quienes fueron ´los culpables´ del abultado endeudamiento que obligó a Alberto Fernández a renegociar con bonistas privados y el FMI, pero curiosamente fue Cambiemos el que pidió iniciar el debate en una bicameral creada para tal fin.
Lo hicieron sus jefes del bloque de Diputados Mario Negri (UCR), Cristian Ritondo (PRO) y Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica), ni bien llegó el proyecto de ley pedido por Martín Guzmán para negociar con los bonistas.

De la deuda no se vuelve

El oficialismo no salió de su sorpresa, porque esperaba dar ese debate en marzo. «Estoy muy de acuerdo con que la Bicameral de la deuda se ponga en marcha, cuando quieran la ponemos en marcha para saber cómo fue el proceso de endeudamiento y la trazabilidad de la deuda para saber cómo funciona la economía en la Argentina», desafió Máximo Kirchner en su discurso de cierre de sesión del miércoles pasado. Este tema los enreda a todos los que
La bicameral de la deuda fue creada en la ley sancionada en 2016 para pagar el juicio con los holdouts y en las reuniones que tuvo estos años llovieron las críticas al rojo financiero de Macri. «En 2001 la deuda externa era de 168 mil millones de dólares. Cuando Alfonso Prat Gay vino en 2016 dijo que era de 220 mil. Caputo la certificó en 345 mil y no sumó los acuerdos con el FMI. Llega al 115% del PBI», denunció en septiembre de 2018 José Mayans, ahora jefe del bloque Todos.
Mayans logró en esos años tener un vínculo frecuente con las autoridades del Ministerio de Finanzas que le aportaron documentación sobre cada emisión de deuda en New York y la defendieron a capa y espada como parte de un plan de Gobierno.
Basada en un informe de «Proyecto Económico», que tomó los datos publicados por el Ministerio de Economía, apuntó que «la deuda emitida bajo Legislación Extranjera representaba en 2015, el 24,5% y saltó al 44,2% en 2019». Recordó, además, que fue el propio Nicolás Dujovne quien antes de asumir como ministro de Hacienda reconoció que «el kirchnerismo nos dejó una bendición» que era «un nivel de endeudamiento bajísimo».
«Otro dato llamativo es que, a consecuencia del acuerdo que el entonces presidente Mauricio Macri selló en marzo de 2018 con el FMI, a espaldas del Congreso, la deuda con organismos financieros internacionales trepó a más del 21% del PBI en 2019, cuando en 2015 sólo representaba el 6% del PBI», agregó Vallejos. La investigación de la deuda fue parte de la campaña del Frente de Todos y Cristina Kirchner propuso en una de las presentaciones de su libro una ley para controlar a los presidentes que quieren vender bonos y fue respaldada por Sergio Massa.
Durante la presidencia de Macri, la oposición intentó una y otra vez aprobar una ley que restrinja su salida a los mercados de crédito en función de la capacidad de pago del país pero Cambiemos logró frenarla siempre.
Ahora el nuevo rol que empieza a ocupar la UCR es la de despegarse concreta y rápidamente de sus exsocios y empezar a ocupar el lugar de oposición ´aliancista´ mucho más conveniente en la supervivencia que la historia les ofrece. Ya lo dijo ayer mismo Alfredo Cornejo, «si la UCR hubiese tenido poder en el último gobierno, no hubiésemos ido al FMI», despegándose de lo que será minuciosamente investigado en la Bicameral.
Además, el ex gobernador de Mendoza y titular del Comité Nacional del radicalismo dedica de lleno a la política nacional, volvió a pedir que el ex presidente Mauricio Macri dé un paso al costado. Y al ser consultado sobre la nueva ´concertación´ con el oficialismo opinó “En general, mi posición, que es la del Comité Nacional, la de la Convención y de los bloques parlamentarios, es de mantener la coalición Cambiemos en la oposición los cuatro años que vienen. Nosotros creemos que la Argentina necesita un buen gobierno y una buena oposición”. En fin, como dice el analista Allan Popelard, “la descomposición del campo político en la actualidad, se debe a un debilitamiento de los partidos bajo el efecto del presidencialismo”. Actualmente, la verdadera división ya no se encuentra entre la izquierda y la derecha –considera Richard Ferrand, diputado socialista del departamento de Finistère y secretario general de En marche!–, sino entre los conservadores y los progresistas”. Habrá que ver…

Fuentes: LPO, LN, Perfil, LeMondeDiplomatique, propias

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