LUEGO DE ADMITIR UN "ERROR DE COMUNICACIÓN" AL EVALUAR LOS DATOS DEL INDEC

Para la UCA, la pobreza alcanzó al 37,5% en 2019

Luego de quedar en el ojo de la tormenta por admitir que hubo un «error de comunicación» al evaluar los datos de pobreza que difunde el Indec, la Universidad Católica Argentina (UCA) difundió un nuevo informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA).
La situación económica de nuestro país desde hace varios años que no es la mejor, pero en los últimos tiempos se ha notado un incremento sustancioso en la cantidad de personas que no pueden acceder a todos los bienes y servicios para poder vivir dignamente. Cuando Mauricio Macri asumió como presidente a fines de 2015 pidió que su gestión a cargo de la Casa Rosada sea evaluada por la variación que tengan los indicadores de la pobreza, por lo que se podría desprender que su gobierno no ha sido positivo, ni mucho menos.
Según el último informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA), actualmente el 37,5% de la población de nuestro país estaba en situación de pobreza multidimensional a fines de 2019, situación que golpea a unas 15.750.000 personas.
Estos números representan una variación positiva de un 6% en comparación con diciembre de 2018, cuando el porcentaje llegaba a 31,4, demostrando también una suba de 8 puntos porcentuales desde 2010, cuando estaba en 29,7%. Si se hace un análisis puntilloso, resulta que todos los meses, en promedio, la pobreza en Argentina aumentó un 0,5%, lo que daría un número cercano a las 200.000 personas, que son quienes cada mes se quedaban imposibilitadas de acceder a todos los bienes y servicios contemplados en la Canasta Básica.

Números inferiores a los previstos

De todos modos, aunque la cifra conocida ahora es alta, es menor a la brindada por el organismo de la UCA en diciembre último correspondiente al último trimestre de 2019, que daba un índice de 40,8% de pobreza en la Argentina, pero estimado exclusivamente en los ingresos monetarios.
El informe, titulado “La pobreza más allá de los ingresos. Informe sobre pobreza multidimensional 2010-2019”, presenta también nuevos datos obtenidos a partir de una novedosa metodología de medición, que registra la situación de los ingresos de los hogares así como las condiciones en que se encuentran frente a derechos tales como el acceso a la alimentación y la salud, servicios básicos, vivienda digna, medio ambiente, educación, empleo y seguridad social.
Según el relevamiento realizado entre 2010 y 2019, la cifra de pobreza multidimensional fue variando de la siguiente manera: 29,7 al inicio de la serie; 24,8 en 2011; 24,4 en 2012; 25,5 en 2013; 26,5 en 2014; 27,2 en 2015; 29,2 en 2016; 26,7 en 2017; 31,4 en 2018 y 37,5 en 2019.

Precisiones de la investigación

Al respecto, Agustín Salvia, el director del ODSA, explicó que en el informe «se analiza la evolución de las condiciones materiales de vida de la población urbana en la Argentina a partir de un enfoque multidimensional fundado en derechos», aplicando una metodología inspirada en la matriz bienestar/derechos que desarrolló el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, de México.
«En un país que dispone de muy pocas estadísticas sociales para hacer comparaciones fiables sobre cómo estábamos hace diez años, cómo estamos ahora y cómo podremos estar en la nueva década que se inicia, los desafíos asumidos y la tarea realizada son de un gran valor académico y social», afirmó.
El nuevo informe del ODSA revela una tendencia dispar en la que, por una parte, se observan mejoras sustanciales en el acceso a una vivienda digna y a un medio ambiente saludable pero, por otra parte, se manifiesta un deterioro, claramente marcado a partir de 2016, en las dimensiones alimentación y salud, y en el acceso al empleo y la seguridad social, aspectos ligados de manera directa a los ciclos económicos.
El déficit que se observa a nivel de hogares en la dimensión alimentación y salud «experimentó un descenso inicial y marcando un pico en 2014, se ubicaba en torno al 19% para el año 2015, pero a partir de 2016 las condiciones de privación comienzan a incrementarse hasta alcanzar al 26,6% de los hogares en 2019», según precisa el informe.
«Esta evolución se explica desde 2016 por las dificultades para el acceso a medicamentos y a la atención médica, y desde 2018 por el incremento de la inseguridad alimentaria severa, en un contexto de fuertes incrementos de los precios de medicamentos y alimentos y descenso del consumo en términos generales», agrega.

Servicios básicos

En relación al acceso a los servicios básicos, los técnicos del ODSA observan una mejora importante a lo largo de todo el período, donde los hogares que presentan privación en esta dimensión pasan de representar el 38% en 2010 al 30% en 2019.
Esta dinámica se explica por el mayor acceso por parte de los hogares a los servicios de agua corriente, y particularmente del descenso de los hogares con déficit en el acceso a conexión a red cloacal. La mejora en estas condiciones se explica por un fuerte proceso de inversión pública cuyos resultados se observan entre 2010-2014 y 2016-2019.
En materia de educación, se observa una evolución irregular, donde la proporción de hogares que tienen al menos una persona que no asiste a instituciones educativas o presenta rezago se mantiene cercano al 30%.

Pobreza estructural en descenso

El documento destaca además que la pobreza estructural asume una tendencia decreciente tras 2010, permaneciendo en niveles cercanos al 16% hasta 2015; y a partir de 2016 comienza una etapa en la que experimentó un incremento sostenido -con excepción de 2017-, al llegar al nivel más alto de la serie en 2019, alcanzando a un 21% de la población.
En el caso de la pobreza estructural se verifica una «incidencia marginal o muy baja en los estratos medios»; sin embargo, en los bajos y en marginales, la pobreza estructural alcanzó niveles del 25% y del 44% respectivamente en 2019, lo que marca una tendencia creciente desde 2016.
«Ese incremento se explica fundamentalmente por la evolución que experimentó la pobreza estructural en el conurbano bonaerense», indica el informe.

Pobreza en Chubut

Actualmente en Chubut hay cerca de 100.000 personas en situación de pobreza, por lo que se desprende que uno de cada seis habitantes tiene, al menos, una de sus necesidades básicas insatisfechas. Además, las estadísticas revelan que hay entre 20.000 y 25.000 hogares pobres en la provincia.
Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dieron cuenta que el conglomerado Rawson-Trelew se encuentra entre los cinco con mayor cantidad de individuos que carece de la posibilidad de acceder a todos los bienes necesarios para subsistir.
En la zona del Valle el índice de pobreza alcanzó al 37,5% de la población, mientras que el 7,4% de los habitantes son indigentes. Asimismo, uno de los datos más preocupantes y que más refleja la situación de los últimos meses es que en un año la pobreza subió un 10%, alcanzando a 53.931 personas.
Por su parte, en el conglomerado Comodoro Rivadavia – Rada Tilly, la pobreza llegó al 29%, creciendo un 15% en los últimos 12 meses, provocando que 50.216 no puedan acceder a todos los bienes necesarios para vivir, por lo que se estima que esto alcanzaría a unos 13.100 hogares en las localidades del sudeste provincial.
De acuerdo a un reciente informe de áreas pobladas, en Puerto Madryn habría un 8,7% de Hogares con Necesidades Básicas Insatisfecha, un 7,3% de los hogares de la ciudad, usan garrafa para calefaccionarse y cocinar.

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