AVISTARON ALGUNOS EJEMPLARES A LA ALTURA DE PUNTA NINFAS

¿Pueden verse las ballenas en verano?

En su página de Facebook, el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB), señaló que hace unos días, un grupo de turistas pudo hacer un avistaje de ballenas en la Estancia El Pedral, en Punta Ninfas, al sur de Puerto Madryn.
Sin lugar a dudas, es una fecha extraordinaria para hacer avistajes de esta especie, cuando se calcula que dejan la zona alrededor del mes de noviembre y regresan recién a mediados de junio. Al respecto, Mariano Sironi, director Científico del ICB, expresó: “Los miles de individuos que componen la población de ballenas francas en Península Valdés tienen hábitos similares, aunque también cada uno tiene características propias. Es lo que llamamos ‘la ballenidad’, y que hace que cada ballena se comporte como un individuo especial y único”; añadiendo que “las ballenas observadas frente a El Pedral pueden haberse acercado a esta zona próxima a la boca del Golfo Nuevo como parte de esta diversidad de hábitos: algunas ballenas permanecen cerca de las costas incluso en verano, otras nadan miles de kilómetros hacia el Atlántico sur, otras se dirigen hacia el norte”.
Sironi también explicó que, si bien la inmensa mayoría de las ballenas que llegan a las costas de Chubut lo hacen durante la segunda mitad del año, dentro de esta diversidad algunos individuos pueden permanecer en las cercanías durante el verano, o bien irse antes que la mayoría y regresar también más temprano.

Siguiendo Ballenas

Uno de los proyectos más ambiciosos del ICB es el de “Siguiendo ballenas”, el cual se inició en 2014 y tiene por objetivo conocer las rutas migratorias y áreas de alimentación de las ballenas francas australes que se reproducen en los golfos norpatagónicos.
Durante septiembre de 2019 se equiparon 23 ballenas con transmisores satelitales de última generación, los cuales envían datos en tiempo real, los que permitirán monitorear en detalle sus viajes por el Atlántico Sudoccidental. La información generada a partir de este proyecto es extraordinaria y de enorme utilidad a nivel local y regional. Los resultados de años anteriores, los obtenidos del seguimiento satelital en esta temporada y en el futuro, serán clave para el manejo y conservación de esta especie emblemática.
A través de estos dispositivos, pueden conocer la localización en el mar de cada individuo, con una frecuencia de varias posiciones al día. El análisis de estos datos, asociados a variables oceanográficas, les permitirá a los científicos del ICB saber el modo en que utilizan los diversos ambientes marinos, si se trasladan o se están alimentando. Transcurridos algunos meses los dispositivos se desprenden sin haber afectado la salud ni el comportamiento de los individuos portadores.

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