Un grupo de equipos de gestión de escuelas de Nivel Inicial se refirió a una problemática que viene arrastrándose desde hace varios años, y que responde a la confusión generada por algunos establecimientos que se autodenominan “jardines” o “maternales”, y que no cuentan con la correspondiente habilitación, o bien presentan una oferta educativa para la cual no cuentan con la homologación o los profesionales que la normativa actual exige.
Se trata de una situación que se viene repitiendo y que no solamente puede originar recambios entre distintas instituciones durante el año por decisión de las familias, sino que también atenta, según lo indicaron, contra el propio desarrollo de la infancia, repercutiendo en la formación de los más chicos.

Momentos de crisis

En este sentido, los equipos de “Filomena”, “Semillas de mi Tierra”, “Jardín de la Costa”, “Frutillitas”, “Las Casitas” y “Huellitas” advirtieron que “la expansión del Nivel Inicial en los últimos años, la profesionalización en la formación de maestras y maestros en el Nivel Superior que atiendan a las infancias desde el supremo respeto por éstas, la Educación en la diversidad de la mano de la variedad de propuestas que se acercan a nuestra ciudad, el momento socio-económico- familiar que venimos atravesando en la provincia de Chubut, la “necesidad” de re organizar los tiempos y las dinámicas familiares, por nombrar algunos aspectos, merecen corrernos de la urgencia por resolver para mirar, analizar, replantear y abrir el debate acerca de los aspectos que hacen y no hacen a las formas de enseñanza y cuidado en las que se deberían sostener las Instituciones que reciban Infancias desde los 45 días en adelante; cualquiera sea su inspiración, pedagogía, misión y visión”.

Los derechos de los niños

Asimismo, plantearon que “a quienes apostamos por una educación de calidad y desde el respeto en nuestras prácticas, nos urge abrir este debate y socializar con la comunidad acerca del primer eslabón del Sistema Educativo, el Nivel Inicial para comenzar preguntarnos qué es y qué no es un Jardín Maternal y de Infantes y sus implicancias”.
Sobre esta cuestión, recordaron que “a 30 años de la Convención sobre los Derechos del Niño, Niña y Adolescente (1989), la primera infancia ocupa un lugar destacado en la agenda político- educativa de los Estados, de la mano de garantizar el cumplimiento del Derecho de los/as Niños/as a la Educación desde su nacimiento”.

La necesidad de las familias

“La expansión del Nivel en nuestro país y las características que adoptan las instituciones de Educación y cuidado,” continuaron, “muestran una gran heterogeneidad institucional que responde a la necesidad y diversidad de los contextos; así, a lo largo del país conviven múltiples propuestas educativas de diferentes dependencias que atienden a la población de 45 días a 6 años”.
Dentro de dicha variedad “y ante el escenario actual de nuestra ciudad y provincia que deriva en una creciente necesidad de las familias, es notable la apertura de diferentes espacios con propuestas que atienden a la Primera Infancia”, reconocieron, preguntándose si acaso estos espacios “son educativos” y “qué organismos los regulan”.

Cuáles son las habilitadas

De este modo, precisaron que actualmente, en la ciudad de Puerto Madryn, las instituciones homologadas como Jardines Maternales y o/ de Infantes totalizan nueve, y son E.N.I N° 1457 “Filomena”; E.N.I N° 1477 “Semillas de mi Tierra”; E.N.I N° 1441“Pisa Pisuela”; E.N.I N° 1433 “Las casitas”; E.N.I N° 1430“Frutillitas”; E.N.I N° 1456 “Pingüinito”; E.N.I N° 1020 “Jardín de la Costa”; E.N.I N° 1453 “Jardín Maternal y de Infantes “Huellitas” y E.N.I N° “Jardín A.M.S.E Escuela Mutualista”.
En este contexto, “sólo se habilita utilizar esta denominación a aquellas reconocidas oficialmente por Ministerio de Educación como Escuelas de Nivel Inicial”.

Una línea muy delgada

Las mismas, explicaron, “somos reguladas normadas y supervisadas por un lado, por este Ministerio en cuanto a la parte de infraestructura edilicia, seguros, planta funcional docente, propuesta pedagógica, etcétera, y por otro lado por el Municipio, desde los requerimientos que se exigen al sector comercial”.
“Sin embargo”, manifestaron, “convivimos con espacios que confunden a la comunidad desde su manera de nombrarse hasta su discurso ‘pseudo-pedagógico’, rozando un umbral muy delicado que son las infancias y sus derechos, y sumándole la necesidad de las familias respecto a la organización familiar-laboral”.
Por ende, se preguntaron “qué organismo norma, supervisa y regula al resto de las propuestas que quedan por fuera de Ministerio de Educación” y “quiénes son responsables de lo que allí sucede y/o deja de suceder”.

Garantizar los derechos

Esto último puede verse reflejado en varios casos registrados en la ciudad; por ejemplo, con instituciones que presentan una oferta como “de pedagogía Waldorf”, cuando en realidad se constituyen como maternales o jardines con “orientación” en dicha rama de la enseñanza, y que también han sido objeto de denuncias por otros motivos.
“Aún si intentáramos alejarnos del aspecto educativo-pedagógico, centrándonos exclusivamente en lo asistencial, sabemos que Educación y Cuidado forman un lazo imposible de separar, desde esta lente, urge mirar sabiendo que hay infancias que conviven en estos espacios a las cuales es necesario garantizarle sus derechos”, expusieron los equipos de gestión, sumando a ello que “existe una formación en Educación Inicial específica que debería ser requisito indispensable para quienes elijan trabajar con infancias en las instituciones, más allá de quien las regule”.

Piden más claridad

Por ende, solicitaron “a los órganos de contralor y regulación estatal que informen a la comunidad la distinción concreta, y la importancia que esto conlleva, entre Instituciones reconocidas por el Ministerio de Educación y aquellos emprendimientos que no reúnen las condiciones técnico-legales para el ejercicio de la Educación en Nivel Inicial”.