EL CRUDO CAE A 25 DÓLARES Y PONE EN JAQUE AL BARRIL CRIOLLO QUE PROPONEN LAS PETROLERAS. LOS ESPECIALISTAS SOSTIENEN QUE LA DIFERENCIA CON EL PRECIO SOSTÉN DE USD 50 QUE PIDEN LAS EMPRESAS PARA MANTENER LAS INVERSIONES ES INVIABLE. EL CORONAVIRUS SIGUE CASTIGANDO DURO A LAS ACCIONES DE YPF

Barril sin fondo

El colapso en la demanda de petróleo por la parálisis económica mundial a raíz del coronavirus sigue disminuyendo los precios del barril a mínimos históricos. Este miércoles, la cotización del Brent se desplomó un 13% para llegar a los 25 dólares, un valor que no se veía desde el año 2002.
El sendero muestra que la situación está lejos de estabilizarse y se agrava día tras día en el segmento de la demanda. El único factor que podría estabilizar relativamente estos valores sería un acuerdo entre Rusia y la OPEP para volver a fijar cuotas máximas de producción, un escenario que al día de hoy parece muy lejano.
Para Argentina, la dinámica no solamente empeora la perspectiva de Vaca Muerta sino que también pone en jaque la solución propuesta por las empresas de aplicar un barril criollo de 50 dólares.

Escenario complejo

Las petroleras sostienen que los precios actuales se encuentran muy por debajo de sus costos. Por lo tanto, sin un valor diferenciado del internacional les sería imposible operar en nuevos pozos. Es por eso que el valor bursátil de las principales firmas se deterioró significativamente estas últimas semanas. Sin más, el ADR de YPF cayó un 29% este miércoles y llegó a un piso histórico de 2,5 dólares la acción.
El problema es que el barril propuesto duplica al precio internacional y generaría una diferencia tan grande que algunos especialistas la consideran inviable, ya que afectaría la competitividad del resto del aparato productivo.
«Esta crisis demuestra lo frágil que es el proyecto Vaca Muerta. Hay que replantear la política energética o mejor dicho plantear un proyecto energético integral para la Argentina que hoy no existe. Nada va a ser como antes. Va a ser imposible sostener un barril criollo porque precios de combustibles tan altos te sacan de competencia a la industria y al campo», afirmó el vicepresidente del Instituto Mosconi, Gerardo Rabinovich.

El sector agropecuario es uno de los más perjudicados por esta estrategia, ya que en paralelo con la suba de retenciones, sufrió una baja de sus commodities. Y a diferencia del resto de los productores mundiales, en Argentina no hubo una reducción del precio del gasoil, uno de los principales costos de esta actividad.

Cadena de producción afectada

«Los combustibles a través del transporte afectan a toda la cadena de producción y los valores de todos los bienes. En cuanto al campo, el problema es la asimetría entre la competitividad de los productores locales y los del exterior. Seguramente eso genere una presión para que el gobierno intente poner un gasoil diferencial con más azufre», subrayó el consultor energético Cristian Alonso.
Un diagnóstico similar trazó el analista de mercados, Francisco Uriburu, quien anticipa un precio preferencial del gasoil y un barril criollo en un punto medio entre lo que desean las petroleras y los valores actuales.
«Estamos ante un nuevo escenario. El barril criollo de 50 dólares pasó a ser una utopía, pero se puede fijar un valor intermedio para por lo menos cubrir el break even de los productores. Si el gobierno afloja un poco la parte impositiva se puede llegar a un petróleo un poco mejor y se podría compensar el aumento de retenciones al campo», dijo.

Dura estocada para YPF

Los nefastos efectos colaterales que el coronavirus está dejando en la economía local también se derraman en los negocios de grandes empresas argentinas y en especial, en YPF. La principal petrolera del país continúa con la drástica caída de su cotización bursátil en los principales mercados del mundo donde su valor ya se encuentra por debajo de los u$s1.000 millones.
En la apertura de la Bolsa de Nueva York, por caso, las acciones de la empresa estatal que a esta hora del día se encuentran en u$s3.26 marcando una nueva caída del 7,12% con respecto al cierre de la jornada anterior. Esto significa que el precio total de YPF en en NYSE se desplomó en u$s2.000 millones en menos de dos semanas si se tiene en cuenta que el 28 de febrero pasado había tocado su mínimo histórico con una capitalización de u$s3.000 millones.
Ese día, la acción de la compañía que preside Guillermo Nielsen cotizaba en torno a los u$s8 por primera vez desde que debutó en el mayor recinto bursátil del mundo a mediados de 1993. Pero en la actualidad, la crisis que sufren sus títulos es todavía más profunda y se relaciona con las consecuencias que el coronavirus está dejando en el negocio de los hidrocarburos, con un barril de crudo que también se desplomó a menos de u$s35 y con otras grandes petroleras internacionales sufriendo castigos similares.

En caída libre

De hecho, el valor bursátil de la compañía argentina se derrumbó en u$s20.000 millones desde los u$s21.000 millones que costaba en el 2005, año en el que tocó su picó máximo histórico. Y a modo de comparación con su actual cotización se puede recordar que en el 2014 el entonces gobierno de Cristina Kirchner le pagó u$s5.000 millones al grupo español Repsol para quedarse con el 51% de la firma europea pero que había sido expropiada en 2012. Esto significa que el Estado pagó en aquel entonces 12 veces más de lo que hoy vale la petrolera.
Pero no se trata de un tema puntual vinculado a malas decisiones del directorio de YPF o de medidas tomadas por el Gobierno que hayan afectado su operatoria. Más bien se trata de un momento crítico para sus acciones que se enmarca en el complejo contexto financiero internacional derivado de la pandemia de este virus que no solamente está generando graves consecuencias a la salud de miles de personas sino que también amenaza con un colapso económico global.
Es más, el caso de YPF no es el único si se tiene en cuenta que el resto de las compañías argentinas que cotizan en Nueva York también perdieron miles de millones de dólares de capitalización en menos de un mes como son también los casos de Tenaris; Transportadora de Gas del Sur (TGS); Edenor; Cresud; Central Puerto; IRSA, entre otras.
En lo que respecta a los negocios de la petrolera estatal, a pesar del contexto financiero negativo se mantienen. Hasta ahora, no ha frenado ninguno de sus planes de negocios, ni ha reducido los niveles de producción de sus pozos, ni siquiera en Vaca Muerta.
Por caso, en esa región acaba de realizar 12 fracturas en un día, lo que constituye un nuevo hito para la operación de la compañía en no convencional y para la cuenca neuquina. Desde YPF explican que ese pozo se encuentra ubicado en el Bloque La Amarga Chica que opera en sociedad con Petronas y que se usaron 3.000 toneladas de arena y 17,5 metros cúbicos de fluido para lograr la fractura.
También se destaca que por primera vez, el tiempo entre etapas de fractura fue de 8 minutos y el de bombeo fue de un promedio de 1.5 horas por etapa de fractura, mientras que en total la operación completa, alcanzó las 19 horas. El récord supera una marca anterior que había tenido YPF en Vaca Muerta con 11 etapas de fractura en 19 horas.

Un escenario negro

Según explican desde la empresa, las etapas de fractura son un indicador central en los pozos no convencionales, en especial para los tiempos de producción de hidrocarburos, lo que también tiene como consecuencia la obtención de más petróleo y gas.

Fuentes: LPO, IP, otras

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