Este lunes, el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia se constituirá en las instalaciones del Casino de Oficiales de la Unidad Penal 6 de Rawson, para comenzar con la serie de audiencias del juicio oral y público por el caso de narcotráfico conocido como “Arenas Blancas”, que inició en 2014 con el presunto desbaratamiento de una organización delictiva cuya modalidad consistía en enterrar la droga en canteras o inmediaciones de templos del Gauchito Gil.
Los allanamientos fueron realizados en Puerto Madryn, Trelew y Rawson, y se conoció que la banda narco tenía conexiones con ciudadanos bolivianos residentes en Buenos Aires, a la vez que se incautó un total de 13 kilos de droga, armas de fuego, vehículos de alta gama, un millón de pesos en efectivo, teléfonos celulares y computadoras, además de otra documentación de interés para la causa.
De los 49 detenidos, dos fueron asesinados mientras gozaban de libertad ambulatoria, aparentemente en “ajustes de cuentas”, mientras que hace poco tiempo, un testigo protegido debió ser sacado de Puerto Madryn tras haber sido amenazado de muerte por uno de los implicados.
A pesar de que se habló de “desbaratamiento” de la banda, años después se conocería que algunos de los implicados se “reconvirtieron” y operaron a través de otras asociaciones delictivas, también desbaratadas en la operación “Tridente del Golfo”, una rimbombante serie de operativos que culminó con la mayoría de los detenidos, hoy en libertad.

Medio centenar de “narcos”

Ahora, según se explicó desde el Tribunal Oral Federal, el juicio comenzará a las 16 horas del lunes en la ciudad capitalina y con la presencia de los 47 procesados, entre los que están los líderes de la banda, que se estima manejaba un aceitado circuito de tráfico de drogas que se extendió durante dos décadas, operando en la zona. Dos hermanos y un sobrino apodados “los cordobeses” eran los líderes de la organización, que contaba con segundas líneas y “dealers”. Todos los procesados son defendidos por un total de cinco letrados.

A mitad de año habría sentencia

Asimismo, las audiencias estarán presididas por cuatro jueces, Juan Enrique Guanziroli con la vocalía de la doctora Nora Cabrera de Monella, ambos del Tribual Oral Federal de Comodoro Rivadavia, y los magistrados Alejandro Ruggiero y Mario Reynaldi, del TOF de Santa Cruz.
El expediente cuenta con unos 200 cuerpos y tan sólo los antecedentes penales de los procesados suman unas 800 fojas.
Según se estima, el proceso se extenderá hasta fines de mayo o mediados de junio, donde finalmente dictarán la sentencia.

Dos muertos y un testigo amenazado

Un dato no menor es que, del total de 47 procesados, solamente seis se encuentran detenidos, mientras que originalmente eran 49 los procesados, pero dos de ellos fueron asesinados hace algunos años en episodios entendidos como eventuales “ajustes de cuentas”.
A ello se suman las intimaciones y amenazas al principal testigo protegido de la causa, que a fines de octubre de 2018 debió abandonar la ciudad de Puerto Madryn porque habían intentado amedrentarlo, hecho que terminó con uno de los líderes de la banda nuevamente detenido. Según se conoció, el testigo fue abordado y amenazado de muerte en plena vía pública, y por temor a sufrir represalias solicitó fuera extraído de la ciudad; la gestión fue realizada directamente con el Ministerio de Seguridad de la Nación.

Enero, mes de venganza

El 13 de enero de 2015, pocos meses después de los allanamientos, uno de los implicados en la operatoria de la banda fue asesinado de varios disparos en su vivienda del barrio Pujol II, luego de que un vehículo tripulado por tres sujetos se dirigiera a la misma, ubicada en la calle Leleque. La víctima, identificada como Jorge Huenchueque, recibió cinco disparos sin que los agresores mediaran palabra, y falleció en el lugar.
La segunda víctima vinculada a la causa fue Pedro Gustavo Machao Pazos, quien gozaba de arresto domiciliario tras haber sido aprehendido junto a otros individuos por el delito de abigeato. Tras haber sido confinado a su vivienda con prisión domiciliaria, el 16 de enero de 2017, sobre las 19 horas, un sujeto tocó la puerta de la casa de Machao, a pocos metros del barrio Pujol II y en el asentamiento denominado Alta Tensión. Al abrirse la puerta y advertir que el preso se encontraba sentado mirando televisión, le disparó dos veces al corazón y se retiró del lugar. Incluso, un año antes de que fuera hallada la droga, el 20 de enero de 2013, Rubén Orlando Larsen, apodado “El Negro”, fue asesinado en su casa, también en el Pujol II, sobre la calle Río Mayo. El hombre había salido de la vivienda y se dirigió a la vereda para atender al presunto comprador de una camioneta de su propiedad; le habían gritado que saliera y, cuando se asomó por la ventana, recibió un disparo que terminó con su vida, crimen que según se presume, estaba vinculado a una disputa territorial entre bandas.