Durante este último fin de semana, se jugó en la ciudad de Trelew, el 4º Torneo Patagónico de Polo.
La competencia, contó con la organización de Trelew Polo Club, con la participación de cuatro equipos.

El Polo en plena competencia
Finalmente este fin de semana se desarrolló en el Trelew Polo Club el Torneo Patagónico de Polo, certamen que contó con gran participación de jugadores de la zona como de otros puntos del país.
La competencia involucró alrededor de 50 caballos, que comenzaron a ser preparados desde muy temprano para los duelos.
En el primer partido se enfrentaron los equipos «El Desvío» y «Pirámides», y posteriormente el equipo organizador «Trelew Polo» protagonizó el segundo duelo contra «Los Galenos». Entre medio de esos partidos se disputó la Copa Desafío, en la que participaron quienes por alguna razón no habían podido inscribirse al Torneo y aquellos que dan sus primeros pasos en el deporte.
Al respecto, el secretario de Trelew Polo Club, Ulises Adam, comentó: «La Copa Desafío es para socios que por alguna cuestión no se hayan inscripto torneo o recién están arrancando, y siempre damos la oportunidad de poder participar de estos torneos que nos sirven para aprender y crecer».
Ayer, al cierre de esta edición, se realizaba la entrega de premios, luego de disputarse los juegos por el 3º y 4º puesto además de la Final.

Con jugadores profesionales
Además, Adam remarcó: «Por primera vez hicimos que cada equipo pueda incorporar la presencia de un jugador profesional, lo que va a organizar mucho mejor cada equipo». Estos jugadores profesionales asistieron desde Carmen de Patagones y Daireaux.
Uno de esos jugadores es Ezequiel Loriente, de Viedma, quien además de jugar desde los 16 años al polo, se dedica a la crianza de estos caballos de los cuales aportó 6 para esta competencia. Sobre la crianza de estos, repasó: «Cuando tienen 3 años se manda a domar, los tienen el domador entre 6 y 8 meses para luego entregarlos y ahí se encarga el propietario para hacerlos de polo, porque de acuerdo al caballo hay que hacerlos para que salgan tranquilos y que no se asusten. Luego se sueltan para que relajen y después de cuatro o cinco meses se comienza a jugar con esos caballos», que a los 6 o 7 años ya se consideran caballos jugadores.
Loriente comentó que a los 23 años comenzó a viajar a Estados Unidos con un patrón belga que conoció en Chascomús, interesado en dedicarse al polo profesionalmente. Estuvo más de 16 años «en toda la costa este de Estados Unidos», desde Nueva York hasta Florida, viajando de acuerdo a la época del año, con base en Carolina del Sur.