En Alemania ordenaron la disolución de un grupo neonazi

En medio de la pandemia del coronavirus que está paralizando poco a poco Alemania, el ministro del Interior, Horst Seehofer, ordenó este jueves por primera vez la prohibición y disolución de un grupo vinculado a Reichsbürger (Ciudadanos del Reich), un movimiento ultraderechista y antisemita, en el que abundan neonazis y nostálgicos del Káiser que no reconocen la legitimidad de la Alemania actual. Esta decisión se produce casi un mes después de la matanza racista de Hanau en la que perdieron la vida nueve personas.
Desde primeras horas de este jueves, unos 400 agentes registraron las viviendas de 21 cabecillas de la organización Geeinte Deutsche Völker und Stämme (Pueblos y Tribus Alemanas Unidos) y de otro grupúsculo asociado, Osnabrücker Landmark (Emblema de Osnabrück), en 10 de los 16 Estados que forman el país. Durante los registros, las fuerzas de seguridad han incautado propaganda nazi, bates de béisbol, pequeñas cantidades de estupefacientes y armas de fuego.
“El extremismo de ultraderecha, el racismo y el antisemitismo deben ser combatidos, incluso en tiempos de crisis», ha asegurado Seehofer en un comunicado, en el que subraya que el grupo había amenazado a funcionarios y a sus familias con un lenguaje agresivo. «Para el racismo y antisemitismo no tenemos ni un milímetro de espacio en nuestra sociedad”, ha precisado.
En el comunicado se recuerda que es la primera vez que el Gobierno federal prohíbe una agrupación cercana a Ciudadanos del Reich que, según la Oficina de Protección de la Constitución, tiene unos 19.000 miembros en todo el país, muchos de ellos armados, y cuyo principal foco de actuación es Berlín. En 2017, por ejemplo, un puñado de simpatizantes de la organización trató de apoderarse del Ayuntamiento del distrito de Zehlendorf.
La organización duda de la legitimidad de la actual República Federal de Alemania, llegando algunos de los grupos que la conforman a retrotraerse al argumento del “espacio vital” usado por los nazis para ampliar la soberanía territorial del país y otros al histórico Reich alemán. Muchos afirman que la República Federal no es, en realidad, un Estado, sino una empresa o una forma de vida inferior. No reconocen las leyes y las autoridades y en algunos casos se resisten a las medidas del Estado mediante el uso de la violencia.
Según la policía, miembros de Ciudadanos por el Reich también presionaron con amenazas para que se liberase de forma anticipada al exfundador de la Fracción del Ejército Rojo (RAF, en sus siglas en alemán) y ahora negacionista del Holocausto, Horst Mahler, enfermo terminal, condenado por incitación a la sedición desde 2017. El septiembre pasado, policías de tres Estados ejecutaron cuatro órdenes de registro contra miembros del grupo. Este enero, Seehofer prohibió el grupo de extrema derecha Combat 18, cuyo nombre es considerado una palabra clave para «Tropa de combate Adolf Hitler”.
Desde la semana pasada, la inteligencia alemana ha incrementado su vigilancia sobre la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD), a la que considera la principal amenaza para la seguridad del país.

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