EL GOBIERNO DE CHUBUT SIGUE BUSCANDO SOLUCIONES SOBRE LA MARCHA EN UN ESCENARIO SOCIALMENTE EXPLOSIVO, A LA ESPERA DE UNA ´SOGA´ NACIONAL EXCEPCIONAL. SIGUE TODO EL ESTADO PARADO CON MANIFESTACIONES REPRIMIDAS. ARCIONI RECLUÍDO GESTIONANDO PORQUE LA LEGISLATURA LE APROBÓ POR UNANIMIDAD LOS PROYECTOS Y YA NO HAY MAS EXCUSAS QUE FALTAN HERRAMIENTAS

En política no hay milagros

Por Trivia Demir

La realidad de Chubut está en un punto de complejización máxima y la gestión del gobernador Mariano Arcioni en el escalón más bajo de popularidad desde que asumió su nueva gestión, incluso entre sus propios, quien no disimulan la inquietud por el grado de improvisación que rodea la conducción política-administrativa.
Después de un día de furia, descontento y fuertes versiones de la renuncia que habría dejado a disposición el propio ministro de Economía ante Arcioni por la falta de salidas a la situación, pero que no habría sido aceptada; al cierre de esta edición no había ningún tipo de vocero oficial que trasmitiera en nombre del gobierno ni ministro que atendiera los teléfonos.
La explicación extraoficial que dieron se sintetizó a que continuaba reunida una ´mesa chica´ en Fontana 50, para ver cómo se podía contener la situación, mientras una comisión de diputados, senadores, políticos y funcionario en Buenos Aires golpean puertas para tratar de destrabar fondos para resolver al menos el corte de la cadena de pagos a los empleados y los problemas de la provincia en el primer semestre.

Crece el agujero financiero

Es que Arcioni hasta ayer necesitaba $1.700 millones para completar el pago de los salarios de enero a los escalones 3 y 4 (descontando los legislativos ya abonados). Anoche anunció para hoy el depósito de uno de los escolanes y un poco más, con lo que se evidencia que se trabaja sobre el día a día, pero no se dijo una palabra más, ni se encaró la crisis política. Le falta aún un rango, más todos los sueldos de febrero, con lo que está claro que en el mes de marzo difícilmente alcanzará para ponerse al día. Por lo cual ya no se trata de escalonamiento del salario, sino de atraso de meses que se empiezan a arrastrar. Para la gente, es un sistema perverso que utiliza al empleado como válvula del desajuste administrativo de arrastre. De hecho no hace un día ni dos que viene este extenuante sistema de atrasos, sino que desde marzo de 2018 Arcioni comenzó a implementarlo y sólo lo cortó un par de meses, antes de las elecciones, que pagó en tiempo y forma los sueldos, para retomar el escalonamiento en agosto de 2019 hasta la fecha.

La gente no puede aguantar más

Esta situación está inquietando cada vez más a los agentes públicos que dependen de esos ingresos y ven como sus economías domésticas comienzan a colapsar literalmente. Ayer, hubo serios incidentes entre la policía y manifestantes de la administración pública que protestaban frente a casa de Gobierno de Rawson. El escenario se completó con los judiciales que iniciaron un acampe frente al Superior Tribunal de Justicia de la provincia, con el paro docente que continúa de acuerdo a lo que decidieron en asamblea ayer, se sumaron los viales que cortaron la ruta nacional Nº 3 por siete horas reclamando el pago de haberes atrasados; personal de la Salud agremiados en SISAP que tomaron los pasillos de hospitales y llevan adelante un paro general de auxiliares en los nosocomios de la provincia levantándose totalmente las guardias en los centros de salud a partir de hoy; sumado a que los empleados de Ambiente de Chubut se plegaron al paro por falta de pago de haberes y también marcharon, o sea un escenario de verdadera anarquía. En ese marco, ATE además estudia profundizar las medidas de fuerza, acompañando el paro con manifestaciones sorpresivas, mientras se reparte folletería con todo tipo de críticas y denuncias al gobierno, con el detalle político que destaca OPI que “algunos sindicalistas que los acompañaron en campaña hoy están en la vereda de enfrente y el gobierno está virtualmente en piloto automático esperando una ayuda financiera y económica suficiente como para revertir la crisis”.

El milagro no aparece

La solución de momento que ayer a última hora habría conseguido Arcioni para ´parar la bronca´ y cumplir con un rango, tiene como siempre la particularidad de no explicar de dónde tomaron el dinero, al igual que el pago contra extorsión que realizó a los legislativos y diputados para poder inaugurar el período ordinario de sesiones el lunes pasado. Extraoficialmente se sabría que no se logró colocar los casi $400 millones de letras que se había intentado en la semana, por lo que se teme que otra vez se haya recurrido a algún tipo de ´timba financiera´ de costosa procedencia.
Fuentes confiables afirman que en realidad Arcioni está a la espera que desde el gobierno nacional le llegue la solución financiera “como le prometieron”, Pero las mismas fuentes rescatan algunos diálogos del gobernador con el Ministro de Economía, del Interior y con el propio presidente Alberto Fernández, pero en ninguno hay una promesa cierta de ayuda financiera a Chubut, sin que se cumplan pasos previos que, por la debilidad política y fuerte crisis interna que tiene Arcioni, viene tardando en cumplir. Ayer sin embargo su vicegobernador, a quien apunta varias veces por “egoísmos”, logró sacarle todo el paquete de medidas en cincuenta minutos por unanimidad. Tanto Ricardo Sastre como el bloque oficialista y los demás diputados, traccionaron para acercarle cartas para mostrar en Buenos Aires a Arcioni. A excepción de los proyectos vinculados a impuesto a la herencia, modificación de canon pesquero y ambiental, todo lo demás tuvo levantada de mano express. Sin embargo, se supo también que Arcioni momentos después dejó otra vez afuera de la mesa chica de las soluciones a Sastre, bien lejos de la interiorización profunda del estado de situación que complica la gobernabilidad.

La soga nacional

Dicen que hoy por hoy la única esperanza el gobernador es que ya con las herramientas legislativas que pidió, y a medida que escale el conflicto, el descontento social y el riesgo institucional se visualice en Buenos Aires y el gobierno nacional decida evitar que el caos político lo salpique, enviando los suficientes fondos como para equilibrar las cuentas públicas, pagar los salarios atrasados, poner al día todos los sueldos de la administración pública, justicia y del sector docente, lo cual le permitiría a Arcioni tener un “respiro”, a costa de mayor injerencia política en Chubut, lo cual sería resistido por los peronistas locales.
Sin embrago, aunque gobernadores e intendentes pasan por la Casa Rosada a plantear sus necesidades y, básicamente, a buscar recursos para sus distritos, la respuesta para casi todos es que mientras no se resuelva el tema de la deuda argentina «no hay plata para nadie». Solo se atienden cuestiones puntuales, y en el caso del mandatario de Chubut, acorralado por salarios y vencimientos de deuda, ya recibió recurrentes rescates desde enero.

Todo en stand by

Desde Nación, no se mueve nada hasta que se reperfile, afirman. Las decisiones sobre transferencias de capital para continuar la ejecución de obras públicas ya iniciadas están frenadas. No hay presupuesto para este año, se están redireccionando partidas y recién habrá novedades cuando se termine la negociación de la deuda, escuchan los gobernadores.
Los gobernadores coinciden que con el ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, abordan temas de agenda, pero no se llevan respuestas concretas, sino promesas. Entre quienes fueron reelegidos en 2019 son varios los que señalan que en los últimos meses de gestión de Mauricio Macri no se resolvían los pedidos «porque ya se iban» y ahora siguen a la espera porque «no hay plata».
La situación es extrema pero no novedosa, de hecho, cuando asumió, el presidente Alberto Fernández adelantó que el proyecto de presupuesto llegaría al Congreso en abril o mayo. En la última reunión de ministros de Economía provinciales en el Consejo Federal de Impuestos (CFI), el jueves pasado, los temas hablados fueron técnicos. Tampoco se analizaron propuestas o pedidos de respuestas a la Nación, en la convicción de que, por el momento, no tendrán contraparte para discutir.
Y como los gobernadores, a su vez, escuchan reclamos de los intendentes, muchos optaron por que vayan directamente con sus pedidos a la Nación, por lo que pasan por el escritorio de De Pedro y del ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, para destrabar partidas.
Para calmar ansiedades, en la Casa Rosada les aseguran a los funcionarios provinciales que «hay avances en las negociaciones» por la deuda y que «se está dentro de los tiempos previstos». Para los gobernadores es clave que así sea, para que la administración «se ponga en marcha». Para las provincias con deudas en dólares, como Chubut, además, ese paraguas es crucial para empezar sus propios reperfilamientos, que deberán acordarse de manera individual. Por el momento se trata de pasar el día a día. Habrá que ver…

Fuentes: NA, OPI SC, AF, propias

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