MAÑANA VENCE LETRAS POR $113 MILLONES QUE ARCIONI EMITIÓ EN DICIEMBRE PARA GASTOS CORRIENTES. SIN FINANCIAMIENTO NI RECURSOS, EL VIRUS ENCUENTRA A CHUBUT CON RENUNCIAS MASIVAS EN EL SISTEMA DE SALUD. COMO CAMBIÓ EL ESCENARIO FINANCIERO Y LA POSIBILIDAD DE REESTRUCTURACIÓN DE DEUDAS A PARTIR DE LA PANDEMIA

No hay cuarentena para las deudas

Por Trivia Demir

El coronavirus le está dando un empujón más a la administración Arcioni que no termina de derrapar por una pendiente sin fondo de complicaciones inmanejables. Además de tener que sobrellevar esta tremenda coyuntura por la emergencia con renuncias en masa y sin recursos ni financiamiento, el gobierno de Chubut tiene vencimientos importantísimos en la puerta, es decir mañana. Es deuda en pesos que Arcioni tomó para gastos corrientes y pago de salarios. Este jueves 19 por ejemplo, deberá pagar la colocación de Letras por 113 millones de pesos que emitió en diciembre pasado y que por haber asumido una tasa de interés del 48% tendrá que cancelar 13,5 millones de pesos extra. Mientras espera la reestructuración de la deuda internacional que en este complicado escenario y con la caída libre del petróleo está más difícil cada día.

El gran embudo

De lo que quede del impacto de esta pandemia global habrá que salir con ideas y trabajo, difícilmente con más endeudamiento y bicicleta financiera. Eso parece ser una primera premisa de la catástrofe. Para el destino de nuestro país será clave parar la pelota y ver como se pagan los empréstitos macristas, sin una definición de futuro será más que complicada la realidad nacional. En ese marco, las deudas provinciales son un capítulo aparte en la historia de la reestructuración de la sostenibilidad de la deuda nacional. Con un peso conjunto equivalente al 7% del PBI, la situación de unas difiere notoriamente de las de otras y como tal también difieren las estrategias que pueden encarar en el actual contexto de ausencia de financiamiento.

El ´instructivo´ para las provincias

En líneas generales ninguna provincia quedó bien parada tras la fuerte devaluación del peso desde 2018 y la fuerte caída de reservas durante 2019 dificultó la capacidad de pago de todo el país. Por eso, Guzmán les pidió a las provincias que eviten pagar y reperfilen los vencimientos. Este pedido tiene doble fundamento. En primer lugar, con el mercado de divisas tan reducido por el cepo, lo más probable es que los dólares salgan de las magras reservas internacionales. Y en segundo lugar, porque si los gobernadores se agotan los recursos propios, el Tesoro nacional no está en condiciones de asistirlos con adelantos.

Chubut, en punta en la tabla de crisis

El caso de Chubut es sin duda el más grave, por eso durante 2019 ya había adelantado que renegociaría su deuda. Pero el de la provincia de Buenos Aires fue el más altisonante: el episodio con los bonistas que se negaron a postergar el vencimiento del pago de capital que pidió Kicillof evidenció que las provincias no pueden anticiparse a la renegociación de Guzmán. Así lo destacó el economista y profesor de Finanzas de la UTDT Federico Furiase en una conferencia reciente en la Universidad de San Andrés: «Las provincias van a tratar de acoplarse a los parámetros de la reestructuración soberana. Tuvimos el problema de que hubiese un vencimiento de capital de la provincia de Buenos Aires ante de que estuviesen los lineamientos de reestructuración y toda la novela que se generó entorno al vencimiento del BP21 que era de unos 250 millones de dólares. Esa novela nunca tendría que haber estado porque quitó poder de negociación y generó un ruido innecesario».
«El problema de déficit fiscal está concentrado en la Nación y no en las provincias. Sus números son mucho más manejables y por eso es tan importante tener la reestructuración rápido para que las provincias puedan evitarse dificultades con los vencimientos que vengan», agregó.

Cuidar la reputación

En ese mismo panel, el ex secretario de Finanzas, Daniel Marx, discrepó y dijo que en su opinión hay un valor reputacional que cuidar para las provincias que tengan la posibilidad de marcar la diferencia respecto de la indisciplina financiera nacional. De hecho, esa fue la estrategia de Córdoba hasta el momento. El gobernador Schiaretti fue el primero en desmarcarse y señalar que él seguiría cumpliendo con los vencimientos. Al fin y al cabo, su provincia no enfrenta vencimientos de capital en 2020 y por ahora cumplir con los intereses le insume cerca de $4 por cada $100 de ingresos corrientes.
«Yo creo que es un problema acoplarse. Creo que las provincias son entidades jurídicas autónomas y distintas. Hay provincias que tienen mucha más relación con el Gobierno nacional y correlación con la evolución de sus finanzas y otras que no. Me parece que hay que contemplar estas cosas. Si uno quiere dar méritos individuales de una reputación a defender, de un manejo fiscal y financiero responsable, hay una posibilidad de que tenga su correlato en el manejo de su deuda y las consecuencias de eso».
«Me parece que esta idea de que ‘el gobierno nacional tiene un problema, generalicemos más el problema’ dificulta la solución. Por eso destaco tres categorías: algunas provincias han tenido manejos responsables y que además no dependen tanto de las finanzas nacionales y una reputación a defender y creo que eso hay que valorarlo. Hay otras que están en el otro extremo y en el medio hay otras que están más asociadas a la Nación. Y si bien sabemos que el ‘código postal’ nos afecta a todos, no somos todos iguales ni deberíamos serlo», agregó.

CABA encaminada

En este sentido, el único distrito que ha logrado un desacople en materia de ratings de deuda es la Ciudad de Buenos Aires, que encaró un proceso de pesificación de su deuda durante 2017 que le permitió que el ratio en moneda extranjera se redujera a la mitad. Así y todo, $7 de cada $100 pesos que ingresan a la Ciudad se destinan al pago de intereses. Para el resto de las provincias, las condiciones de emisión de cada uno de sus bonos serán determinantes a la hora de entender lo que más les convenga: «Hay que hilar finito y ver hasta qué punto cada papel permite defender la reputación en un contexto en el que todavía no hay un default nacional. Por ejemplo, no es menor el tema de las garantías: la tienen muy complica para reestructurar aquellas que pagan la deuda de forma automática mediante fideicomisos con regalías o coparticipación que reciben el dinero antes de que llegue a manos de las provincias, como Chubut. La provincia de Buenos Aires no tenía garantías y así y todo tuvo que dar marcha atrás, ni pensar aquellas en las que los bonistas tienen garantías y no tienen ningún incentivo para renunciar voluntariamente a un derecho por el que pagaron», explicó el economista y ex director nacional de Asuntos Provinciales Félix Piacentini.

«Las cláusulas de ‘cross default’ también son un problema porque podrían obligar al pago no solo del bono en cuestión sino de otros bonos. Por eso, me parece que las reestructuraciones provinciales tienen que ir coordinadamente o en paralelo con la de la Nación. Se pueden postergar algunos bonos, pero no tiene sentido que La Rioja defaultee por 15 millones de dólares, más cuando las provincias tienen la ventaja de poder comprar los dólares a $63 y no tienen que recurrir al contado con liquidación como los privados. Sería meter un ruido innecesario. En total en 2020 las provincias tienen vencimientos por unos 1.500 millones de dólares».
«Los años siguientes es un poco más complicado, pero no por el stock de la deuda sino porque está muy concentrada en los siguientes 2 a 3 años. En este sentido y en este contexto de tasas bajas, a un acreedor se le puede pedir un estiramiento de los plazos, pero manteniendo más o menos las mismas tasas», concluyó el economista consultado.

Arcioni, entre la espada y la pared

La situación territorial es agobiante pero hay que abordarla y contabilizarla para que no nos tome desprevenidos a los ciudadanos de a pie. Como ya se alertó, esta semana por ejemplo la gestión provincial deberá pagar $ 126.571.200 por la colocación de $ 113.010.000 correspondientes a las Letras del Tesoro ´Serie 41, Clase 2´ emitidas el 19 de diciembre de 2019, mientras Arcioni y su equipo económico se encontraban en pleno diseño de una arquitectura para poder abonar el aguinaldo, que finalmente se terminó depositando un mes después.
Los intereses por esta colocación serán de $ 13.561.200 y de acuerdo a la operación efectuada por el Gobierno del Chubut, la garantía para la cancelación de este préstamo fueron los ingresos que recibe por Coparticipación Federal de Impuestos.
Además, y según detallan los entendidos, las exigencias en materia financiera para Arcioni durante marzo ya habían comenzado hace casi dos semanas, cuando el 3 de marzo pasado la Provincia pagó $ 363.922.767 por el vencimiento de la colocación de Letras del Tesoro por $ 350.850.000, por la que terminó desembolsando $ 13.072.767 en concepto de intereses.

El virus cambió los planes

El impacto del Coronavirus anestesió todas las negociaciones que se llevaban adelante por el reperfilamiento y que fijaría las pautas para que las provincias vayan escudadas detrás de ese acuerdo.
Además, la pandemia del COVID-19 también paralizó en gran parte los avances entre Nación con el Fondo Monetario Internacional y los bonistas y esta dilatación afecta severamente a la provincia del Chubut, que debe continuar pagando sus obligaciones.
En abril, por ejemplo, entran en vigencia en Chubut dos vencimientos: Uno grande y uno chico. El primero de ellos es el BOCADE, que estrujará las arcas provinciales con u$s 16.921.875, un equivalente aproximado de $ 1.100 millones contemplando el tipo de cambio oficial de la divisa norteamericana.
El segundo vencimiento de deuda será menor y está encuadrado en la colocación de Letras del Tesoro que concretó el ministro de Economía, Oscar Antonena, durante los primeros días de febrero.
En esta ocasión, Provincia desembolsará $ 16 millones por la colocación de Letras del Tesoro y $ 1.087.123 extra por intereses.

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