Ante un escenario donde la suspensión de clases se conjugó con la falta de obras edilicias en varios establecimientos de Puerto Madryn, casi medio centenar de padres y alumnos protagonizaron una protesta en las inmediaciones de la Delegación Administrativa del Ministerio de Educación, en las proximidades de la zona céntrica.
La comitiva arribó al lugar con carteles en representación de varias instituciones educativas, entre ellas la Escuela 710 y la Escuela 750, dos de las cuales habían sido ocupadas de manera pacífica por sus estudiantes el año pasado, y que finalmente levantaron la medida tras la promesa de obras que se concretarían y que, aparentemente, no se realizaron como se habían anticipado.
La jornada, que había comenzado con una conferencia de prensa de padres de alumnos de la 750, culminó con la protesta trasladándose al edificio de la Delegación, donde los participantes mantuvieron un duro cruce con las autoridades de la repartición y donde, inclusive, acudió una comitiva policial para resguardar la integridad física de las partes, en caso de que el conflicto escalara a un estadio mayor.

Irrupción en la sede

El grupo de manifestantes irrumpió en la Delegación expresando “queremos respuestas” y “luche y que se escuche”, entre otras consignas, y se dirigió hasta las oficinas de las autoridades de la repartición, que se encontraban custodiadas con una dotación de personal policial de más de diez agentes.
Estudiantes también hicieron lo propio utilizando megáfonos y plegándose a un reclamo extensivo a otros establecimientos, mientras que la convocatoria, que se realizó de manera espontánea, no arrojó altercados ni forcejeos, a excepción de la propia tensión del momento protagonizado entre estudiantes, padres, algunos docentes y los empleados de la Delegación.

Piden mayor intervención

En diálogo con El Diario, una de las madres que formó parte de la convocatoria que se desplazó hacia la Delegación, de nombre Mariela, sostuvo que “esta semana recibimos a muchos chicos que se habían anotado en la Escuela 750 y que nunca antes habían ido, y se quedaron sorprendidos por el estado en el que se encuentra el edificio”.
Al mismo tiempo, señaló que “con algunos padres decidimos ir a Rawson ya que supuestamente, la Supervisora dijo que ella ‘no puede hacer absolutamente nada’, ni siquiera ir corriendo a la escuela cuando uno la llama porque ‘no puede estar en todos lados’”.
Por otra parte, expuso la difícil situación de una familia que decidió irse de Puerto Madryn “y sacar a su hijo de la escuela 750, porque no quiso volver a pasar lo que pasó el año pasado, por lo que directamente se fue de la ciudad y lo inscribió en otra escuela”.

Discusión y presencia policial

Además, sostuvo que tras mantener una discusión con las autoridades de la Delegación “y pedirles que se levantaran de la silla o bien que, de lo contrario, le dejaran el lugar a quienes pudieran gestionar de mejor manera, aparentemente se ofendieron y nos pusieron a doce policías y dos comisarios adentro de la delegación”, algo que puede observarse en los videos que trascendieron y que fueron filmados por padres y alumnos que concurrieron al edificio para visibilizar sus reclamos.

Vuelven viejos reclamos

Casi una decena de escuelas de Puerto Madryn protagonizaron “ocupaciones pacíficas” el año pasado, y las mismas fueron levantadas en la previa a las elecciones provinciales; en aquel momento, las autoridades del Gobierno habían acordado una serie de obras que se concretarían durante el verano y antes del inicio del Ciclo Lectivo 2020; sin embargo, las mismas no fueron realizadas, al menos no en su totalidad, lo que volvió a recrudecer el pedido de las familias.
Uno de los casos más emblemáticos es el del Laboratorio de la Escuela 750, “que fue prendido fuego adrede hace dos años y que, hasta el día de hoy, sigue sin poder ser utilizado”, de acuerdo a lo mencionado por una trabajadora del establecimiento, quien explicó que “lo que hicieron fue cambiar algunas baldosas que se habían visto afectadas, e incluso colocaron durlock sobre las paredes que se habían quemado”.
En el mismo sitio se encuentra el tablero eléctrico que hace funcionar el sistema en toda la escuela, que aparentemente sufrió varios desperfectos y al día de hoy posee varios cables fundidos, lo que generó la interrupción del suministro en gran parte del edificio.