CISNES EN VENECIA Y ELEFANTES EN CHINA

Desmienten las imágenes virales de animales en las ciudades por la pandemia

Desde que la pandemia obligó a millones y millones de personas a quedarse en su casa por la cuarentena, las redes sociales se vieron invadidas por un incesante aluvión de imágenes de animales que recuperaban espacios abandonados por el hombre, como los cisnes y delfines en los canales desiertos de Venecia; o el grupo de elefantes deambulando por la aldea china de Yunnan.
Imágenes que fueron retuiteadas cientos de miles de veces, y que se han hecho virales en Facebook, Instagram y Tik Tok, llegado a veces hasta los titulares de algunos medios.
Pero, Paulo Ordoveza, desarrollador web y experto en verificación de imágenes, desmintió cada uno de ellos. Al parecer, los cisnes de las publicaciones virales aparecen con regularidad en los canales de Burano, la famosa isla en el área metropolitana de Venecia, donde se sacaron las fotos. Los delfines “venecianos” se habrían grabado en un puerto de Cerdeña, a cientos de kilómetros de distancia. Y si bien nadie sabe de dónde salieron las fotos de los elefantes borrachos, un medio chino desmintió esta publicación viral asegurando que si bien los elefantes sí pasaron hace poco por un pueblo de la provincia china de Yunnan, su presencia no es insólita, no son los elefantes de las fotos virales y ni se emborracharon ni se quedaron dormidos en una plantación de té.

Fake news positivas

El fenómeno pone de manifiesto lo rápido que pueden propagarse los rumores llamativos y demasiado buenos para ser ciertos en épocas de crisis. La gente se ve empujada a compartir publicaciones que le parecen emotivas. Una investigación de 2016 demuestra que la propagación de los fenómenos sociales es tan intensa que puede seguir los mismos modelos que el contagio de las epidemias.
La imagen de los cisnes se originó en la cuenta de Twitter de Kaveri Ganapathy Ahuja, quien posteó acerca que “habían regresado” a los canales de Venecia y rápidamente alcanzó un millón de “me gusta”. “Este es un efecto inesperado de la pandemia. El agua que circula por los canales de Venecia está transparente por primera vez en mucho tiempo. Pueden verse los peces, los cisnes han vuelto”, dice su tuit.
Ahuja, que vive en Nueva Delhi, India, afirma que vio algunas fotos en redes sociales y decidió unirlas en un tuit, sin ser consciente de que los cisnes ya eran asiduos en Burano antes de que el coronavirus llegara a Italia. “Con el tuit pretendía compartir algo que me alegró en estos momentos tristes”, afirma Ahuja, pero nunca pensó que se haría viral y cuando se enteró que no era novedoso, expresó: “Pensé que había una opción de editar en Twitter para momentos como estos”. De todas formas, no borró el tuit ni tiene pensado hacerlo, ya que según ella sigue siendo relevante porque las aguas de Venecia están más transparentes de lo normal (por el descenso de la actividad de los barcos) y por eso importa.

El atractivo de re publicar

Paulo Ordoveza, quien también dirige @picpedant, la cuenta de Twitter en la que desmiente fotografías virales falsas y denuncia a los falsificadores, describe la “avaricia de la viralidad” que puede impulsar a alguien a difundir desinformación. Es “una sobredosis de la euforia que da ver cómo aumentan a miles esos ‘me gusta’ y retuits”, explica.
Por otra parte, conseguir muchos me gusta y comentarios “nos proporciona una recompensa social inmediata”, explica Erin Vogel, psicóloga social e investigadora posdoctoral de la Universidad de Stanford. En otras palabras, hace que nos sintamos bien, algunos estudios han determinado que publicar en redes sociales aumenta la autoestima de forma temporal.
La necesidad de recurrir a cosas que hacen que nos sintamos bien puede verse agravada ahora, en momentos en que intentamos lidiar con una pandemia, el colapso económico y el aislamiento repentino. “En los momentos en los que nos sentimos solos, resulta tentador aferrarse a esa sensación, sobre todo si subes algo que da esperanza a mucha gente”, afirmó Vogel. La idea de que los animales y la naturaleza puedan prosperar durante esta crisis “podría darnos una sensación de significado y propósito, de que estamos viviendo esto por una razón”, remarcó.
“Creo que la gente quiere creer en la capacidad de recuperación la naturaleza. La gente espera que, independientemente de lo que hagamos, la naturaleza sea suficientemente poderosa para superarlo”, afirmó a su vez Susan Clayton, profesora de psicología y estudios ambientales en el College of Wooster, Ohio.

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