TRAS LA RENUNCIA DE LOS PROFESIONALES

Geriátrico de Madryn con 85 pacientes quedó sin médicos clínicos

En el marco de la pandemia declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a raíz del avance del Coronavirus en el mundo, los adultos mayores integran una de las porciones mayoritarias de los denominados “grupos de riesgo”; el cuidado de los abuelos se constituye como uno de los aspectos de mayor dedicación del sistema sanitario, atentos a los riesgos en la salud para dicho sector etario.
En dicho contexto, una clínica geriátrica de Puerto Madryn, en los últimos días literalmente se quedó sin médicos clínicos, tras la renuncia de dos facultativos que se dedicaban a atender un total de 85 pacientes; una situación apremiante sobre la cual, hasta el momento, no ha trascendido si restituirán el recurso humano para suplir dichas vacantes.
Según información a la que tuvo acceso El Diario, el pasado 20 de febrero presentó su renuncia uno de los médicos clínicos, y al mes siguiente, el propio director de la institución “Estancia Madryn”, ubicada sobre la calle Rosales, el cual fue reemplazado por un médico psiquiatra.
Ello dejó a un único clínico a cargo de los 85 adultos mayores que actualmente residen, quien habría presentado su renuncia ante la negativa de la nueva dirección de incorporar al profesional faltante, ante la demanda que implica la atención diaria de casi un centenar de personas, que residen en el lugar a través de la obra social Pami.
La institución cuenta con asistentes, cuidadores, enfermeros e insumos médicos de nivel inicial, ya que allí funciona el esquema de internación de primer nivel; la mayoría de los pacientes padece patologías psicológicas y psiquiátricas como demencia senil en diferentes grados, cardiopatías controladas y propias de la edad, y en gran parte se trata de adultos mayores con movilidad reducida y dificultades para trasladarse por sus propios medios.
En casos de emergencia, el geriátrico es asistido por el Servicio de Emergencias Privado (SEP) de Puerto Madryn; no obstante, ante la falta de médicos clínicos, no se cuenta actualmente con profesionales que puedan realizar el seguimiento de los pacientes; en concreto, se trata de 85 historias clínicas que deben completarse dos veces por mes con información sobre la evolución de los pacientes; algo que ahora parecería un horizonte lejano para los casi cien abuelos que se encuentran en el lugar.

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