Desde distintos sectores se está intentando aportar medidas que hagan que el impacto negativo en materia económica sea el menor posible, en el marco de todas las medias que se están tomando para intentar frenar la propagación del Coronavirus por todo el territorio nacional.
En este contexto, en las últimas horas un grupo de legisladores de la Unión Cívica Radical (UCR) presentó un proyecto para que los trabajadores no tengan que pagar los aportes sindicales por los próximos seis meses, lo que se vería reflejado en los haberes de todos los empleados.
Al fundamentar la iniciativa, la senadora nacional Pamela Verasay precisó que “aplicando los mismos criterios que llevaron al Ejecutivo a reducir y/o suspender aportes y contribuciones en algunas actividades afectadas por la emergencia sanitaria, con el consecuente impacto fiscal, entendemos necesario y oportuno extender aquel esfuerzo a quienes representan los derechos de los trabajadores afiliados, como son los sindicatos con personería gremial”.
Según la legisladora radical por Mendoza, el proyecto se basa en la “emergencia” que “impone, como elemental prioridad, conservar los puestos de trabajos de aquellos mismos trabajadores”. Sin embargo, la iniciativa va más allá y también propone activar un “tope” al aporte solidario en cuestión, que será de una cuota anual que no podrá superar el 0,5% del salario bruto del trabajador del mes en el que se deba cumplir con dicha obligación.
Desde el radicalismo deslizaron que “actualmente, el aporte que hacen los empleados de comercio, por ejemplo, es del 2,5% del salario bruto mensual y, en el caso de los camioneros, el aporte que realizan los empleados escala al 3% sobre el total de las remuneraciones que perciben sus afiliados”. En otro tramo del proyecto, se establece la eliminación del artículo 38 de Asociaciones Sindicales, que impone a los empleadores como agente de retención de los importes que los trabajadores destinan a gremios.