NUEVO TERRITORIO EPISODIO 5
Las máquinas están aquí por un motivo
Por Alejandro Lodes
“Polonia logra su revolución post industrial, liberando su pueblo del uso de máquinas para aumentar el trabajo” – Indica el artículo de un viejo diario en el suelo. Estableciéndose en el abandonado piso y preparándose para pasar la noche, Yumiko lee en voz alta extensos párrafos narrando la historia de lo sucedido.
Se ha establecido una nueva ley que evitará una alianza con otros países, haciendo la república independiente. Hasta ahora nadie ha logrado evitar las mandíbulas sedientas de dinero y minerales. Estar al margen de la globalización implicará grandes riesgos, pero su pueblo es orgulloso y su gobierno aún más.
“Hoy no cederemos nada!” – Se escucha en calles con aire de júbilo, al mismo tiempo en que todos los canales muestran a los gobernantes firmando el documento de rigor nacional. Las banderas blancas y rocas copan las calles, y una multitud comienza a cantar el himno nacional fogosamente.
“Las máquinas ya no serán necesarias y desde este momento todo robot no será permitido!” – Se anuncia finalizando la reunión. Inmediatamente comienza el plan en marcha. Todo ser con inteligencia artificial es expulsado y enviado hacia las fronteras, siendo considerado “asesinato” destruir a un robot inteligente.
Luego de cien años, los humanos volverían a ser útiles como mano de obra, aún siendo débiles, necesitando dormir y debiendo resolver “temas personales”. Una nueva era comenzaría. Muñecos con forma androide son tirados a la basura y quemados en las lejanías de las ciudades. Los héroes militares serían la nueva moda. Carteles con el lema “Benditas todas las formas de inteligencia” serían reemplazados por textos que motiven el cambio.
– “No me desconecte señor, necesitaré recargar mis baterías!” Dice un perrito robot antes de ser apagado completamente, y colocado en una caja con destino incierto.
El ambiente se torna agresivo a medida pasan los días. Hay robots que no desean irse, y la gente ha comenzado a tirarles piedras. La rebelión estalla cuando un coctel molotov incendia un robot, que se encontraba reparando a su compañero. Ambos son destruidos en una guerra innecesaria. Las fuerzas militares deciden no intervenir para no empeorar la situación, y el país comienza a llenarse de esqueletos metálicos inservibles. Los robots ya no presentan resistencia y comienzan a correr para salvar sus artificiales vidas. Las fronteras serán su destino, esperando que sean aceptados nuevamente.
La violencia se disipa, los restos son enterrados y el pueblo comienza a rearmarse de gloria junto con su economía. “Se lo debemos a nuestro salvador! Nunca seremos globalizados!” – Figura en los papeles que cubren las ciudades. Una enorme estatua forjada en hierro es construida en la Capital, y siendo inmortalizado en una posición violenta, su Líder por siempre aplastará ese cráneo robótico.
“Allí es donde se dirigen” – Indica Hans con su mano a un gran complejo en el límite con Polonia. Desde el edificio se pueden ver miles robots hibernando, en una larga espera, hasta poder ingresar a lo que se asemeja a un gran laboratorio. “¿Qué diablos sucederá ahí?, Debemos averiguarlo!” – Es dicho mientras guardan sus binoculares digitales, y en un intento de estar preparados para lo que vendrá, marchan con orgullo y sonrisas.
